Hoy comenzamos con la
ya tradicional narración de lo que vaya aconteciendo en la fase final del
campeonato mundial de fútbol, o como se le ha llamado toda la vida, mundial.
Soy Curro Slalom, enviado especial de “El padrino aguanta” a Rusia, donde se
celebra este año el campeonato, y seré vuestro comentarista durante las
próximas semanas. Algunos ya me conoceréis de ediciones anteriores y de la
tertulia del bar Manolo donde, entre otras cosas, ya anticipé exclusivas como
el fichaje de Lopetegui por el Madrid o que a Cristobal Soria un día le ponen
la cara como a un Chitauri. (Eso todavía no ha pasao, pero pasará)
Antes que nada, conviene repasar los acontecimientos
acaecidos en la selección española, durante los días previos al inicio de la
competición, que no han sido pocos, ni cobardes.
Como todos sabéis, el ya ex seleccionador, Julen Lopetegui,
llegó a un acuerdo con el Real Madrid para ser su nuevo entrenador una vez
finalizado el mundial, y aunque la federación española, le dijo a Florentino
que se enrollara, que fuera güeña gente y que no lo anunciara hasta que España
volviera del jolgorio este, Flo les hizo el mismo caso que el monstruo de
Frankenstein al cartel de “no tirar cosas al agua”. Conque cinco minutos
después lo hizo público y desató la furia de un tal Rubiales, que con Rapunzel
tiene en común su gusto por la lectura, y que es el presidente de la federación
española de futbol. Por lo que cuentan, el Rubiales este, se presentó en el
hotel de la concentración de la selección, con una garrota de esas de que
venden en Ronda y que llevan escrito en el costao, Recuerdo de mi suegra,
dispuesto a dejarle a Lopetegui enteros, los mismos huesos que tiene un choco. Al
final, Sergio Ramos consiguió calmarlo a base de decirle “el sol está bajo” y
esas cosas con las que se calman a las fieras corrupias hoy en día, y lo
convencieron para que no le diera juego de muñeca al garrote. Eso sí, al día
siguiente le puso a Lopetegui las maletas en la puerta del hotel y le dijo a
Florentino que se quedara con los dos millones de rublos cortijeros que iba el
Madrid a sacudir por el fichaje, a ver si quería Dios que se los gastara en
gelocatil. Y con las mismas se fue pa Hierro y le dijo, “seleccionador tú” y el
de Vélez Málaga, acordándose de la garrota dijo “aro, aro” y todavía dicen que
está hinchando balones.
Un infiltrado que tengo en la expedición, disfrazao de
camarero, (y que de hecho, es un camarero al que le he dao veinte pavos pa que
me sople) me ha dicho que en un momento de desesperación, Hierro llamó a
algunos entrenadores de su agenda para ver si alguno picaba y trincaba la
patata caliente, pero en el móvil de Del Bosque salió una voz así como fingida,
diciendo que el número estaba fuera de cobertura y Guti, al que también llamó,
respondió a la pregunta de si quería dirigir el combinado, diciendo que él es mas de
digerir combinados. Conque no hubo forma.
Total, que nos toca debutar en el mundial con uno que pasaba
por allí de seleccionador, trabajando con los apuntes de otro. Y eso con la
golfería y el pamplinaje que se gastan los Ramos, Piqué y compañía, es sinónimo
de velitas al Medinaceli, y que Dios nos coja confesaos.
Pero bueno. En peores nos hemos visto… lo que pasa es que yo
no me acuerdo, la verdad.
Ayer tuvo lugar la ceremonia de inauguración, y aunque eso no
se vio en la tele, se repartieron gorras a todos los asistentes, equipadas con
el típico canutillo, o pajita, que se dice en mi tierra, por el que succionar
de unas botellitas de vodka situadas en la parte de atrás de la gorra. Algo muy
típico de tierras moscovitas y que dio lugar a la expresión, andar con la
vodka, detrás de la oreja.
Luego ya tuvo lugar otra tradición sagrada, cuando salieron
Casillas y una modelo rusa para enseñar la copa a los presentes, mientras
alguno desde la grada gritaba, “dejarme tocarla pa ver si es auténtica” y tras
indicarle un miembro de la organización que era la copa verdadera, el
trapisondista insistió, “Yo digo a la rusa”. Y ahí quedó la cosa, si bien cabe
destacar que casillas se fue algo molesto porque le acompañara una modelo
conocida por presentar el festival del cante de Eurovisión. “Si se lo hacen
a Karius te partes el ojete” le dijo uno de la organización. Y ahí Casillas se
quedó silente.
Tras el tema de la copa, se metieron dos mendas escapaos de
la filarmónica Belucci a tocar un popurrí de lo mejor del maestro Tejera, así
como una selección de jotas adaptadas al sentir bolchevique. Algo muy vistoso
que terminó con la famosa pieza, “Siberia sumergida” que la verdad, dejó al
público un poco frío. Aunque eso se arregló con la salida del famoso cantaor
británico, Robbie Williams, vestido de muñeco del semáforo. No confundir con el
protagonista de la señora dos fairys, que dios lo tenga en su gloria. A Robbie,
lo acompañaron una serie de muchachas de la famosa academia de danza moscovita
de Farruchka La Kanasterovich, que deleitaron a los presentes con una
coreografía de estilo libre. El público aplaudió el esfuerzo pues sabe lo poco
acostumbrado que están en la zona a lo de libre.
Para finalizar el tema, salieron Ronaldo, (el brasileño, no
el que chilla siiiiiuuuuuuu) con la mascota del campeonato que es un lobo
llamado Zabivaka,
en honor del mejor futbolista ruso de todos los tiempos, Zabieri Vakaletchera, primo ruso de Hugo Vaca.
El astro brasileño se fue un poco decepcionado porque le habían dicho que le
iban a regalar un surtido de productos del lobo y le dieron varios peluches y
llaveros de Zabivaka cuando él esperaba una cesta con turrones.
Luego se jugó el Rusia – Arabia Saudí. Debutando el primer
día la anfitriona, como marca la tradición.
La selección rusa quiere ser una de las protagonistas de
este campeonato y no ha dudado en fichar como seleccionador a un primo de
Vicente del Bosque, pero rapao. Vicentivorich De La Tundra, se llama el mozo.
Arabia por su parte, ha fichado como seleccionador al
hispano argentino, Juan Antonio Pizzi, que también tuvo un encuentro extraño
con Ronaldo que escucho Pizza, y se metió en el vestuario. El partido resultó
más complicado de lo esperado para los saudíes, que, aunque en Rusia ahora
mismo hace un calor torremolinense, para ellos eso es fresquito de Rebequita por
lo que antes del partido se acercaron al Decathlon ruso, que allí se llama “El
armario del abu Putin” y saltaron al campo con cuatro camisetas térmicas cada
uno. Aun así, se comieron cinco goles de los locales, que vieron en Cheryshev a
su estrella, que más pareciera llamarse Chicharev, porque le endosó dos
chicharos a los árabes que todavía los está buscando el portero.
Y poca más historia tiene esta primera jornada. Hoy debuta
España, que promete ir a Hierro. Pero Hierro ha dicho que no, que a él lo dejen
en el banquillo y que vayan al césped, mejor.
Pues mañana os cuento, pichones
Un saludo de Curro slalom.
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