Pues a lo tonto a lo tonto, ya hemos consumido dos días de mundial, y lo que es mas importante, hemos debutao con picaores y nada más ni y nada menos que contra la actual campeona de Europa la Portugal de Cristiano Ronaldo, en el mismo día en el que le caen dos años de cárcel por unos recibos de vitaldent que le cargó a Florentino y se le olvidó decirlo. Una cosa mala. Sobre todo porque lejos de afectarle la condena, el mamon nos hizo un hat trick demoniaco. Ayer lo consultaba con mister chip y la última vez que a alguien le caían dos años de cárcel y marcaba tres goles en un partido el mismo día, fue en 1912 en la liga austrohúngara. Un tal Román Ghantte, durante el Racing de Viena contra el Hildeberg Atlético, que terminó con victoria de los locales tras la invasión del campo de una piara de cochinos jabalíes.
La cosa empezó mal merced a que Cristiano, que viendo la edad que va teniendo ya, y que el cuelgue de botas está cercano, se ve que está preparándose para el programa ese de famosos al agua, nos clava un gol de penalti cuando todavía no nos habíamos quitao ni la camiseta. Gol, que por cierto, dedicaba a la cabra Felisa, habida cuenta de los tirones que se pegaba de una barba imaginaria. Afortunadamente España se rehízo y a base de enseñarle los dientes a los lusos terminó empatando con una borricada de gol de Diego Costa que dribló hasta a una niña que estaba en la esquina comiéndose un helao. Lo de Costa marcando con la selección forma parte de esa racha que estamos viviendo en España de hechos insólitos, como la moción de censura al presidente, ministros que dimiten o invitados que salen del hormiguero sin que se les haya hecho sentir incómodos. Pero como dura poco la alegría en la casa del pobre, quiso la mala fortuna que Cristiano lanzara a puerta y De Gea, que estaba todavía pensando en las disculpas de Pedro Sánchez, en vez de parar con su mano, paró con una de esas de gomaespuma que tienen un deo tieso, y claro, se metió la bola padentro, Conque nos fuimos al descanso perdiendo por dos a uno.
Pues manos tiene, desde luego. Y con cinco dedos en cada una.
En la segunda parte cambió la película como si hicieran los bingueros 2 con Steven Spielberg. España salió hecha una jabata dispuesta a comerse a los portugueses a brás, y en un rato ya le había dao la vuelta al partido con goles de Costa, que hizo doblete, y Nacho. Y de milagro no cayeron otros dos bimbazos, porque la roja no paraba de pegar bocaos. Pero como en el futbol el que perdona, la paga, nos metió Cristiano un bimbazo de falta directa, casi al final, que nos dejó la misma cara que al cura de Borja cuando entró en la iglesia y vio el ecce homo. Y ya no hubo tiempo pa mas.
Un resultado corto para los merecimientos de España, pero teniendo en cuenta to lo que ha pasao, habrá que quedarse con lo positivo. Buen juego y buenas sensaciones.
Del resto de partidos que se jugaban hoy el más atractivo a priori era el Egipto Uruguay, principalmente por ver si Luís Suárez cumplía su viejo sueño de probar la comida egipcia. Aunque no había tenido en cuenta que las cosas salá pueden caer malamente en el estómago. Por si acaso la cosa terminaba en la cruz roja, que en Rusia se llama solo cruz, al final se ve que decidió no probar bocado esta vez. El partido se decidió por un gol in extremis de Giménez cuando los egipcios ya se iban pa la pirámide a merendar. Una cosa mala. Como decía el famoso mataor de cocodrilos, Ramsés Tomás, cuando debutó en la monumental del Nilo, hasta el rabo todo es cocodrilo.
En el otro duelo del día, se midieron Marruecos e Irán, conque había menos rubios en este partido que en el reparto de Coco. Eso por no hablar del drama del vendedor de bocatas que solo había preparao de jamón y de lomo embuchao y no le vendió un bocadillo ni al árbitro. Este ha sido el primer Valium por vena del campeonato. Un partido tan aburrido que el comité internacional de los derechos humanos obligó a la organización a poner un capítulo de juego de tronos en el video marcador en la segunda parte.
La banda municipal de San Petersburgo de Arias, atenta al apasionante juego.
El seleccionador de Irán es un viejo conocido de España, Carlos Queiroz, que fue entrenador del Real Madrid justo el año en el que Hierro acababa de salir del club merengue, curiosamente. Ahora se enfrentarán en los banquillos. De su etapa por el Madrid cabe destacar que un día pilló a Ronaldo, el brasileño, no el que chilla "siiiiiuuuuuuuu", comiéndose una caja de seis piezas del caporal en el vestuario durante un descanso de un Celta Real Madrid. Y poco más, porque su paso por el club dejó menos títulos que la filmografía del tío que se viste de Bob esponja en la plaza España.
Al final el partido se decidió por un gol en propia meta de los marroquíes, que viendo que se les va el mundial sin ver puerta, dijeron, aquí mismo. Ahora a ver cómo los reciben en su tierra. Porque esa gente tiene el pronto sensible,
Y eso es todo por hoy. Una jornada que deja en entredicho la utilidad del var para decidir en las jugadas polémicas. A quién le pareció una buena idea que ante las dudas del arbitro había que preguntarle a los tíos del bar. En fin.
Mañana debuta Messi con su eterno enemigo a tres goles de distancia, ya, en la carrera por el pichichi. A ver que pasa.
Hasta luego, pichones.
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