Ya están los octavos finiquitaos. Y quitando el truño del partido de España, que aburría hasta a un cocainómano, mas emocionantes no han podido ser.
Ayer empezó la tarde con el partido del quien es quien. Suecia contra Suiza. Con estos paises pasa como con Bill Pullman y Bill Paxto, (que en paz descanse), que la gente nunca sabía quien era uno y quien era otro. O como con Jessica Chastain y Bryce Dallas Howard el pato, o con el viejo de loca academia de policia y el viejo de Hot Shots... Pero a ellos no se lo digais porque, a ver, no se van a enfadar, pero les da coraje.
El partido se resolvió a favor de los suecos con un gol de Forsberg, hijo del dueño de la cadena de restaurantes sueca, Forsberg Hollywood, donde si pides una tortilla de patatas, te dan la papa, el huevo y una llave Allen. Cosas de los suecos. Ellos fueron mejores durante todo el encuentro y hasta pudieron haber aumentado su cuenta goleadora en el tiempo de descuento ya que el colegiado, Hugh Jackman, (en la tele decían otro nombre, pero en su ficha pone colegiado Eslobezno), pitó penalti, expulsando a Lang, circunstancia que al seleccionador suizo, no sorprendió en absoluto, ya que se lamentó diciendo "Ya Lang expulsao otra vez". Pero la cosa quedó en nada ya que, tras la revisión del VAR se decretó que la falta había sido fuera del área por lo que no hubo penalti y el lanzamiento lo detuvo el portero Suizo Tobleronnen.
Jurgen Jorgenssen y Jorgen Jurgenssen. Uno no es sueco y el otro no es suizo.
¿Cual es cual? Muy fácil, el que no es sueco es el rubio. Y el otro, tampoco.
Pero para emoción la que nos ofrecieron colombianos en ingleses con un partido vibrante que se decidió de forma dramática en la tanda de penaltis. Yo, personalmente, le hubiera dado el pase a los dos y hubiera dejado fuera a España y a Rusia, por sinsangres.
El encuentro comenzó con claro dominio de Inglaterra, que consiguió ponerse por delante en el marcador, gracias a un gol del de siempre, Harry Kane, al que hasta scorpions le ha hecho una canción, "Rock you like a Harry Kane", que transformó su cuarto penalti del campeonato. Ya lleva seis goles y parece lanzado a por la bota de oro. Está a dos goles de igualar la marca de Ronaldo, el brasileño, no el que chilla siiiiiiiiuuuu, que mejor que la bota de oro, él pidió si podía ser de vino, y seis o siete platos de jamón guijuelístico acompalado de sus catorce tablas de queso curao.
El gol angustió un poco a los colombianos, pero no acabó con sus ánimos, pues siguieron luchando y luchando hasta que casi en el último suspiro, el jugador con nombre de pomada para los juanetes, Yerri Mina, marcó el empate, para locura de los colombianos, que celebraron el gol lo mismo que Massiel cuando escucha las palabras barra libre.
En la prórroga, el intercambio de hostilidades fue intenso, pero esteril para ambos equipos que llegaron a los penaltis donde los británicos tuvieron más acierto, consiguiendo el pase, tras el fallo de dos jugadores colombianos, cuyos nombres omitiremos por razones de seguridad.
Decepción cafetera al final, y alegría de los ingleses, que siguen con paso firme hacia el que bien podría ser su segundo mundial. al fin y al cabo, van por el lado bueno. Como los niños obedientes.
Bueno. Hoy y mañana, hay descanso. Con lo que a ver qué inventamos para entretenernos.
Típico hincha británico, mostrado abiertamente su desmesurada alegría.
Seguro que mañana sentirá verguenza al pensar cómo perdió los papeles.
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