Yo empecé a ver Homeland porque se había llevado no sé cuantos premios. La verdad. Porque en condiciones normales ni le hubiera dedicado dos minutos. Eso de un marine que regresa a casa despues de ocho años secuestrado por los talibanes no me terminaba de llamar la atención. Y me hubiera equivocado, porque Homeland es algo más que eso, pero tampoco hubiese sido el mayor error de mi vida, si tenemos que ser sinceros.
Homeland es una serie valiente, donde los buenos y los malos están tan manchados de sangre que es difícil distinguirlos. Con una pareja protagonista lo más alejada posible de los cánones habituales y mas cerca de los grises que de los claros. Una agente de la CIA completamente inestable y un tipo sospechoso de haberse pasado al bando de los que se te llevan por delante a base de chalecos bomba. Suficiente para mantenerte abonado al "Aquí qué cojones va a pasar" y como quiera que la sensación es que, "cualquier cosa", te mantienen toda la primera temporada atento a la jugada y te dejan con la suficiente intriga como para sentarte a ver una segunda, que consigue, gracias a unos meritorios guionistas, el más dificil todavía, avanzando unos cuantos pasos mas en la peligrosa cuerda floja a la que ellos mismo se han subido.
Porque ese es el problema y la virtud de Homeland. Su planteamiento no da, ni de coña, para seis os siete temporadas, que es lo habitual hoy en día en cualquier serie. Por eso los guionistas se ven en la obligación de dar, no ya el doscientos por cien, sino el trescientos, para seguir manteniendo el tipo. Y aunque la buena noticia es que, hasta ahora, lo están dando, la mala es que ha sido a base de llevar a sus protagonistas a una situación cada vez mas límite y cada vez mas insostenible, hasta el punto de dejar las cosas, en el final de la segunda temporada, en un punto casi sin retorno... Cómo cojones van a salir de esta y por dónde diablos van a tirar en la tercera es suficiente reclamo como para seguir fiel a la serie, desde luego.
Otra cosa es la supuesta calidad de la misma, aparte de su innegable capacidad para mantener el interés, como ya he señalado. Homeland es inverosímil en muchas, pero que muchas ocasiones. Y la trama principal que implica a la pareja protagonista es tan potente que todas las demás resultan insulsas y carentes de cualquier interés, lo que nunca puede ser síntoma de calidad en una serie.
Eso sí, las interpretaciones son impecables. En especial la de Claire Danes, que ha creado un personaje inquietante y contundente. Normal que se lleve todos los premios del mundo.
Quedamos, por tanto, a la espera de ver qué pasa en esa tercera temporada. Pero no nos engañemos. Esto no es Breaking Bad, ni mucho menos.
La cosa está mantecosa...
Pues a mi no me ha gustado.
ReplyDeleteSupongo que no haber visto ni un solo episodio ha contribuido a que no te haya gustado.
DeleteTotalmente de acuerdo en todo.
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