"Vive cantando" Yo, las ganas y el talento, los aplaudo.

Confieso que me he mofado y no poco desde que empezaron a anunciar esta serie, mas que nada pensando en lo ridícula que sería y en el batacazo que iba a darse. Y aunque lo segundo solo el tiempo lo dirá, de lo primero me retracto inmediatamente. Rectificar es de sabios, y en el caso de los necios, como yo, imprescindible.

Pero es que"Vive cantando" lo tenía todo para ser uno de esos muchos bluff que se suelen fabricar en este país por culpa, casi siempre, de tener al timón gente que piensa en audiencia en lugar de en público. Una serie centrada en un bar de karaoke, con sus inevitables numeritos musicales, no parece, a priori, digna de mucho crédito. Pero ya digo que, en este caso, hay algo mas. O, al menos, eso parece.

El mayor logro, para mí, de la serie, son sus actores. No siempre tiene uno la suerte de encontrar un reparto bien escogido y formado por profesionales y gente de talento. ¿Cuantas series no hay por ahí en la que ves a gente diciendo un texto y te preguntas cómo cojones se han hecho con el papel? En esta, eso no es así. María Castro domina su personaje con solvencia, y poco hay que decir de profesionales de la talla de Manuel Galiana o José Luís García Pérez, cuya química con Gorka Otxoa, deja los mejores momentos de la serie, (tambien está la gran Pilar Castro, pero solo la veremos en el primer episodio, me temo), y un grupo de chavales que, oh sorpresa, saben actuar. (¡Gracias, señores del casting!).

La serie, además, intenta no quedarse en lo cursi de su fórmula, (el karaoke como medio de escape, es un pasaporte a la ñoñería, no nos engañemos), y hace lo que puede para profundizar en las miserias de sus personajes, lo que es muy de agradecer. Y lo que puede, no es poco. Aunque aún quedan, bajo mi punto de vista, algunas cosas que pulir, y otras que eliminar directamente. (Tambien hay que hacerse a la idea de que tendremos que escuchar cantar a la peña en cada episodio. Qué le vamos a hacer) El personaje de Otxoa, que es el que mas peligro de caer en la sensiblería barata tiene, necesita terminar de definirse y lo del policia enamorado de la vendedora china, sencillamente no funciona. Pero los diálogos están bien y no intentan ser forzadamente ingeniosos como suele ocurrir en la mayoría de series españolas, lo que facilita mucho el trabajo de los intérpretes a la hora de parecer naturales.

Un buen comienzo para una serie que lo intenta con ganas y talento. Y yo, las ganas y el talento, los aplaudo. Ojalá vaya a más y no a menos.

Intentando no dar el cante