Pero no es la acción lo único meritorio de este film. Es impensable una película de Harley Quinn sin dos cosas. Una protagonista adecuada, que sepa encarnar perfectamente el espíritu caótico del personaje, (no hay que dejarse engañar, harley está loca como una cabra y en cualquier momento, puede tener cualquier tipo de crisis), y una gran dosis de humor, basado principalmente, en esa locura y ese caos que va sembrando a su paso. De estas dos cosas, la primera, la tiene. Sin duda. Margot Robbie es la perfecta harley Quinn. Porque da el tipo y porque es suficientemente buena actriz, y suficientemente profesional, como para dar un auténtico recital interpretativo, que es totalmente de aplaudir, en alguien que viene de trabajar con Scorsese o Tarantino, y de haber ganado dos nominaciones al oscar, en muy poco tiempo. No se limita Robbie a dar patadas y cobrar el cheque. Robbie se transforma en el personaje, lo mima, lo cuida, sin menospreciarlo en ningún momento, con la misma intensidad y cariño con el que trataría a un personaje de mayor envergadura, y transmite con precisión maestra cada atisbo de locura, cada arrebato de furia, y todo el dolor y tristeza que el personaje arrastra. Que no es poca. De lo segundo, va falto el film. Es verdad que tiene momentos muy buenos, sobre todo cuando el grupo está completo. Hay buena química entre los personajes y se podía haber sacado mas partido de ese colegueo, de no haber dejado casi todo el peso de la función en manos de Quinn. Cosa que tampoco se aprovecha, pues son muchas las veces que uno espera un chiste o una reacción graciosa, y no llega nada. Mas humor, y, (ya puestos a copiar el estilo deadpool, ¿por qué no hacerlo aún mas descarado), mas compadreo con el espectador, le hubiesen sentado de perlas a la función.
Claro que luego está la parte negativa, que tiene difícil arreglo. Los villanos
Pega en una película como esta, que el villano sea un poco menos serio de lo habitual. Incluso si ese toque, a veces poco sutil, de reinona que le dan al personale de Ewan McGregor, hubiese sido más descarado, y, la verdad..., mejor interpretado, puede que hubiese funcionado. El problema es que McGregor no termina de pillarle el punto a su personaje, o está muy mal asesorado. A ratos se comporta como una caricatura, a veces, como un loco desquiciado, a veces pretende ser un terrorífico criminal, y todo, sobreactuado y a medio camino de nada. Peor aún resulta el caso de su segundo de a bordo. Un Victor Zsasz que lejos de su habitual rol de asesino en serie psicópata, a sueldo del mejor postor, aquí se convierte en una especie de Smithers ridículo. Lo que le hace a uno preguntarse por qué, en lugar de cabrear a los fans con versiones absurdas de personajes ya existentes, no optan por crear su propio villano, (para esta película, cualquier jefe mafioso, con un poco de carisma, hubiese funcionado de maravilla), si total, es para usar y tirar.
Tampoco ayuda a dar enjundia al film, el hecho de que el universo cinematográfico DC no esté tan consolidado como el de márvel, de forma que no se pueda utilizar ni a joker ni a batman, ni a casi nadie, porque uno no sabe quién estará interpretando a este o a aquel personaje mañana, ni sabe si esto está pasando en el mismo universo donde vive el batman de Nolan, el de Pattinson, o el de Affleck... Lo que hace que en una hsitoria de emancipación de harley Quinn, no esté el Joker, como sí que lo está en la magnífica serie animada "Harley Quinn", cuyo punto de partida es el mismo, y en la que sí podemos ver a decenas de personajes de DC, ni tampoco aparezca en ningún momento el caballero oscuro, a pesar de estar ocurriendo cosas bastante gordas en Gotham. Y eso de que el pamplinas que interpreta Ewan McGregor se proclame rey del crimen de la ciudad.... ¿Qué tienen que decir al respecto el pinguino, o el propio Joker? Una pena que todos estos flecos impidan que una peli divertida y bien llevada como esta, no sea, como otras de marvel, sí lo son, un divertimento de mucha mas calidad.
