Recopilación de la semana del 22/05/15 al 28/05/15
Thursday, May 28, 2015
Wednesday, May 27, 2015
Pues si pitan el himno, SÍ, que suspendan el partido.
Cada vez tengo más claro que vivimos en uno de los países
con más tonterías por metro cuadrado de los que existen en el mundo. Y ya no es
solo porque nos dejemos llevar por la corriente, que nos dejamos. Ni porque
tengamos el lamentable gusto que tenemos en casi todo, que lo tenemos. Es que
no sabemos tener término medio para nada. Hemos pasado de arriarle un galletón
con la mano abierta al niño en la cara, con resultado de labio roto, y lección
mal aprendida, a no poder casi ni regañarle cuando el hijoputa, ignorando las
doscientas veces que le hemos dicho que no juegue a la pelota en el salón, nos
echa abajo el mueble bar de un trallazo, y en lugar de salir corriendo a
esconderse, nos hace encima, el juuuu, ese de Ronaldo, en las narices. Lo que
yo digo. Un término medio, leche.
Otra de las tonterías, bajo mi punto de vista, más
sangrantes que tenemos en este, nuestro país, es el obstinado empeño en
confundir orgullo patrio con franquismo. ¿Qué tiene que ver una cosa con otra?
¿Qué mierda tiene que ver que yo ponga la bandera de España en el balcón de mi
casa, con un tío que se murió hace cuarenta años? ¿Es normal que sea preferible
llevar una bandera americana o británica, cosida a la espalda de una chaqueta,
porque si la que llevas es la nuestra, eres poco menos que Blas Piñar versión
5.0? Yo nunca he sido de llevar banderas, ni de ponerme de pie cuando suena el
himno. A mí me gusta ser español, y me siento orgulloso de serlo. Y eso no
tiene nada que ver con Franco ni con ningún otro hijo de puta parecido. Tiene
que ver con Cervantes, con Juan Ramón Jimenez, con el grandioso Velazquez,
Miguel Mihura, Lope, Calderón, con Rafa Nadal, con Iniesta, con Agustina de
Aragón, el niño de Linares, con mi padre, con mi madre, con la gente buena de
verdad con la que me cruzo, me he cruzado y me cruzaré en la vida, y con todos
y cada uno de esos Quijotes y Alatristes, que han hecho tan grande nuestra
tierra. Y por eso me toca tantísimo los
cojones que venga un imbécil de mierda, porque no tiene otro nombre a silbar el
himno de mi tierra, solo porque no la siente, como la siento yo. Solo porque a
él no le gusta ser español, como me gusta a mí.
Y ni falta que hace, dicho sea de paso. Porque a mí, que España limite
al norte con Francia, o lo haga con Cataluña, me importa lo mismo que quien
gane supervivientes, no sé mi explico. Que si os queréis separar, os separéis,
y punto. Tal día hará un año.
Ahora bien. Si tan claro tenéis que no queréis ser
españoles, hasta el punto de despreciar algo tan nuestro, como es nuestro
himno, ¿por qué cojones jugáis la copa del rey? ¿Por qué no renunciáis a
jugarla? Y si la jugáis por motivos económicos o deportivos, ¿por qué no hacéis
lo mismo que cuando jugáis en Alemania, o en Wisconsin? Es decir, respetar la
casa a la que habéis sido invitados, a vuestros anfitriones, y su identidad. Y
quedaros calladitos mientras suena el himno. Que tampoco cuesta tanto. Porque
el que vosotros no queráis ser españoles no debería implicar, que el resto
tengamos que dejar de serlo también, perdiendo cualquier seña de identidad al
respecto, como pueda ser el himno, la bandera, o nuestro idioma, al que tenemos
que llamar castellano, en lugar de español, solo para que algunos soplagaitas
no se ofendan.
Otra cosa es que me digáis eso de que sois republicanos y
que al rey no lo podéis ni ver porque es un vago que vive de nuestros
impuestos. Eso lo puedo entender. Pero entonces os digo yo. ¿Por qué no hacéis
las cosas bien? ¿Por qué no votáis por una opción política que persiga ese
cambio, y lucháis porque el día de mañana, España sea una república? En lugar
de atacar los símbolos que, no solo representan a Felipe, también me
representan a mí. Y a la tierra que me vio nacer, y en la que están enterradas
los míos. Yo os diré por qué. Porque los energúmenos que van a pitar a nuestro
himno el sábado en la final de la copa del rey, no lo hacen por convicciones
políticas. Lo hacen por puro odio. Odio inoculado en sus venas a través de años
de manipulación y lavado de cerebro, por gentuza que busca medrar en medio del
conflicto. Y eso es lo que me revienta. La falta de respeto. A ver qué pasa si
mañana me voy yo a Cataluña, y cuando esté sonando su himno, me pongo a
abuchearlo. No quiero ni pensarlo.
Por eso, y porque participar en un torneo, y alzar un
trofeo, que ofrece un país que desprecias, me parece una hipocresía, y un poco vergüenza,
es por lo que a mí SÍ me gustaría que en caso de que se pite a mi himno, se
suspenda el partido, y se vuelva a jugar la final, con los otros dos
semifinalistas.
Esa es mi opinión. Y si queréis, la silbáis también.
Friday, May 15, 2015
Memorias de un hijo del levante. Capítulo 38 - "Vengadores"
El otro día estuve viendo la película esa de los vengadores,
que la echaron por la tele. Me dio un coraje horroroso, porque decía el menda,
“Si no podemos salvar la tierra, la vengaremos”, y dije yo, “po mu bien, porque
si no nos podéis salvar, me va a importar a mí un carajo que me vengues, cuando
ya esté yo exterminao. Mira que los cojones.” Pero la cosa es que a los mendas
era pa verlos. Lo más raro que te puedes tú encontrar en el universo tierra.
Uno que cuando se cabrea se pone verde y se agiganta. Y pega ostias como panes
del ventorrillo del chato. Otro que tiene un traje de jierro que cuando se lo
pone, vuela y pega tiros. Otro que es como una especie de vikingo y que tiene
un martillo pilón, que al que le meta con eso, no le deja un hueso entero. Uno
que es el capitán de America, que lleva un escudo que lo lanza y vuelve, y pega
unos saltos, que parece la pulga de Tijuana. Una muchacha rusa, que es una
polvorilla y que en cuanto te descuidas te hace una maña y te deja hecho un
ovillo, y luego tiene a otro, que yo creo que es familia de alguno y por eso lo
tienen, porque viendo los poderes de los demás, y la preparación que tienen,
presentarte allí, con un arco y un puñao de flechas, es pa cantarle una saeta
el menda.
El caso es que los notas, se juntaban y echaban cojones pa
rabiar. Como que hay un chalao que no tiene otra cosa mejor que hacer, que
abrir un boquete en la capa de ozono, (que eso no se ve, pero seguramente con
un bote de laca gigante o algo así), por el que se cuela una banda de hooligans
galácticos, que se pone nueva york en un momento, que parece Salou lleno de
guiris. Y empiezan a estrozarlo tó y a meterle susto a las vieja. Y claro,
dicen los vengadores, “¿Qué sabei creído, que esto es la casa de tócame Roque?”
y se echan a la calle a dar palos, hasta que no queda ni un bajuno galáctico
bueno.
A mí me encantó el tema. No la película en sí, que no la
entendí mu bien, y di dos cabezadas. Pero eso de juntarse unos cuantos pa hacer
justicia, me parece del carajo. Conque me dije, ahora mismo hago yo un grupo de
vengadores, pero en loco. Y lo hice.
Malas puñalás me dieran.
Lo primero que hice fue pensar a quien podía poner en cada
puesto, porque necesitaba un gachó verde, un capitán de America, uno de jierro,
un vikingo con martillo, una rusa y el del arco con las flechas. Porque yo si
hago las cosas, las hago bien. Y si en la película eran esos, esos hay que
buscar, no sea que luego, por faltar alguno, la caguemos.
Como la idea fue mía, y yo siempre he tenío dotes de mando,
me puse yo de capitán. Claro que yo no me podía llamar capitán de America,
porque no soy americano. Y por otra parte, tampoco quería llamarme capitán de
España, porque yo sé que hay gente que no se considera español y luego es capaz
de decirme, “¿qué pasa? Que solo vengas a los españoles, ¿no? Y si atacan
Hospitalet de Llobregat, que nos den por culo, ¿eh?” y como yo estoy por encima
de nacionalidades y de independencias, y mi intención era vengar a todo el que
lo necesitara, me dije, vamos a buscar un nombre neutro, y dije “Capitán de la
península Ibérica” y entonces me dijo me amigo Tenorio, que andaba ya conmigo,
que a ver si los portugueses se iban a ofender porque un español los vengara
como si ellos no fueran capaces de vengarse por sí mismos. Y ahí dije, yo. “Pos
es verdad”, porque lo era. Y me puse “Capitán de todo el que necesite que lo
vengue, sea de donde sea, y tenga los ideales que tenga, siempre y cuando no
lleve malas intenciones” y así nadie se enfada.
Al siguiente que recluté fue al Genaro, que tiene la manía
de tirarse por la ventana. Ha dao tantos carajazos, que le han tenido que poner
clavos y placas de jierro por todo el cuerpo, con lo que lo tenía claro para
colocarlo de Jierroman. Además el de la película también se revoleaba mucho por
la ventana, que lo vi yo.
Tenorio fue elegido, como vikingo hispano. Normalmente no le
hubiera dao este papel, pero como al rato de contarle yo mis planes,
desapareció del mapa y regresó con media docena de martillos, que a saber a qué
criatura dejó desmartillada, pos no tuve más remedio que darle el título. No
estaba seguro de que fuera la persona adecuada, pero entusiasmo e iniciativa,
no se le podían negar.
A la Susana, la puse de rusa. Ella es de Chiclana, pero
cuando le dan los ataques no se la entiende una mierda. Además, acojona
bastante porque empieza a darse tirones del pelo y a dar zapatazos y no hay
valiente que se acerque a ella.
Lo del verde que se agiganta lo tenía claro. Ese no podía
ser otro más que Rafaelito el kill machine. Que no se agiganta ni se pone
verde, pero en las discusiones se viene arriba y se pone morao de papas con
choco, siempre que puede.
Para el del arco y las flechas, decidimos cortar por lo sano
y usar un maniquís que había robao Tenorio en el chino de la reconquista.
Total, pa los golpes que te va a quitá un tío con un arco y unas flechas. Qué
quieres que te diga…
Total, que nos juntamos en mi casa el viernes por la noche,
y nos echamos a la calle, en busca de injusticias que resolver. Y lo primero
que nos encontramos fue un grupo de adolescentes sin escolarizar, con una clara
intoxicación etílica.
-
¿Dónde es la fiesta de disfrazes, chirlachis? –
nos soltó uno de los jóvenes, que parecía representar al resto.
El problema, por lo visto, era que nuestra indumentaria
llamaba la atención, porque, claro. Siendo superhéroes, no podemos ir de
cualquier forma o manera. Conque yo, que era el Capitán de todo el que necesite
que lo vengue, sea de donde sea, y tenga los ideales que tenga, siempre y
cuando no lleve malas intenciones, me había puesto un chándal, con una balanza
pintá en la espalda, que simbolizaba la justicia, y me había hecho un escudo
con la tapa de un contenedor de basuras. Amarrao a una cuerda, pa que volviera,
claro.
Genaro, llevaba, además del jierro interior, un chaleco
reflectante, con una capa de almidón. Tenorio, un casco con cuernos, y una
toalla colorá amarrá al pescuezo. La Susana, que tendría que haber llevao un
mono enterizo, negro, se puso uno de albañil, que daba muy bien el pego, porque
estaba comío de mierda. Al maniquís, le habiamos puesto otro, y lo llevábamos
sentao, en un carro del lidl, pa tener más libertad de maniobra. Y a Rafaelito
el kill machine, le pusimos unas bermudas del primark, y el pecho al
descubierto, porque cuando alguien insinuó que a lo mejor podía tener frío, él
gritó que había sío lejonario, y se echó por lo alto una cubeta de agua helada,
como si estuviera recogiendo dinero para la enfermedad esa que había antes y
que como ya no está de moda, parece que ya no exista.
Conque ese era el aspecto que presentábamos ante los
niñatos.
-
¿Todo en orden por aquí, amable ciudadano? –
dije por dejar clara nuestra posición.
-
Aaaaandaaaa yaaaaa, chirlachi. – insistió el
chavalón.
-
¿Le abro la cabeza? – preguntó Rafaelito,
comprometido a tope con el proyecto.
-
Lo único que tiene que abrí tú es la puerta de
la jaula de donde te hayas escapao y meterte dentro otra vez. – respondió el
niñato. Y ya no dijo más ná, porque la siguiente vez que abrió la boca fue para
escupir dientes.
La que se armó allí fue menua. Yo no sé de dónde salieron
tantos adolescentes sin escolarizar. Pero parecía que llovían del cielo. Y
daban cosquis como si no hubiera un mañana.
El Genaro, viendo como se había puesto la cosa, salió
corriendo y se tiró por un mirador que había por allí cerquita. Y me imagino
que debieron fallarle los propulsores, porque dio un leñazo en el suelo, que no
abrió una zanja porque era de granito. Mientras tanto, la Susana, se limitaba a
pegar tirarse de los pelos y a cantar la canción del brujito de gurugú, que
fue, de largo, lo que más acojonó a nuestros rivales.
El maniquí no hizo nada. Igual que el de la película. Pero
algún cosqui se llevó. Y la última vez que lo vi lo llevaban en volandas dos jóvenes
salvajes, con lo que a estas alturas, casi seguro que ha perdido su honra.
Yo, por mi parte, hice lo que pude, con la ayuda de Tenorio,
que con un martillo en cada mano, abría cabezas y quebraba fémures, como si llevara
haciéndolo toda la vida, mientras que yo pegaba bocaos y metía dedos en los ojos.
Pero el rey de la función fue Rafaelito. Os digo yo que el
verde de la película, era Sor Citroen comparado con él. Pegó, mordió, pinchó,
abofeteó, quemó, escupió, y terminó rodando calle abajo cubierto de enemigos,
como si fuera un chocomelo, invadío de hormigas. Una cosa mala.
Al final, acudió la policía y salieron los niñatos de allí,
como si fueran vampiros a plena luz del día. Cosa que hubiéramos hecho nosotros
si no fuera porque estábamos molíos.
- ¿Todo bien, caballero? – preguntó uno de los municipales.
- Todo en orden, Sr. Agente. No se preocupe que está todo bajo control.
- Ya, ¿Y quienes se suponen que son ustedes?
- Yo soy el capitán de todo el que necesite
que lo vengue, sea de donde sea, y tenga los ideales que tenga, siempre y
cuando no lleve malas intenciones. Y este es mi equipo de vengadores.
-
- Ya. Y el tío ese que está estrozao abajo del mirador,
¿es suyo?
- -
Alguna baja hemos tenido sí. – contesté yo, como
pude.
- -
Madre mía…
Y ya no sé que mas dijo, porque me desmayé y me desperté en
el Punta Europa.
Ahora que la próxima vez, mejor que ver los vengadores, veo el
Chester, que es mas sano.
Monday, May 11, 2015
A los que encuentran gracioso que hayan muerto cuatro personas.
Hay por ahí una
serie de gentuza, (no me gusta usar la palabra hijo de puta, porque
nada tiene que ver la calidad humana con cómo se haya tenido que
ganar la vida la madre de uno), que se ha dedicado a cachondearse de
los andaluces aprovechando una reciente desgracia que se ha llevado
por delante cuatro vidas. Y yo os juro que no sé si indignarme, si
echarme las manos a la cabeza, (no me diréis que no es mas de
dementes, que de idiotas), o sentarme a llorar de pura pena que me da
la raza humana a la que cada día me da mas asco pertenecer...
O
tomármelo con filosofía, y quedarme con lo único con lo que me
puedo quedar. Con el orgullo de ser de la tierra mas grande que hay
en este planeta. Mi Andalucía de mi alma. Cuna de grandes artistas,
y hombres de bien, que tan importante huella dejaron en nuestra vieja
piel de toro. De esta bendita tierra, son los ciudadanos de a pie,
que tras el accidente, se liaron la manta a la cabeza, y sin pensar
en qué les podía pasar, se fueron a sacar a los heridos que
pudieron, probablemente salvando vidas. Porque eso es lo que hacemos
los andaluces, aparte de ir de juerga, dormir hasta tarde, y reírnos
todo lo que podemos, con los demás, nunca de los demás. Que pa eso
la vida son dos días, primo.
Y que no se os olvide nunca una cosa.
En la selva, que es lo que parece este país muchas veces, el león
cuida de los suyos plantando cara a quien sea. Mientras que la hiena,
se ríe en un rincón, esperando la oportunidad de lanzarse a la
carroña.
Subscribe to:
Posts (Atom)