Wednesday, February 25, 2015

¿Es Gipsy kings el programa mas racista de la televisión en España?



Que uno de los espectáculos nacionales de mayor éxito hoy en día, por más que lo queramos disfrazar de esto o de lo otro, es reírnos de los demás, es algo que a estas alturas, ya no debería sorprender a nadie. Desde que Javier Cárdenas diera el pistoletazo de salida hace años, llevar un friki a un plató y hacerle creer que tiene interés mediático más allá de la gracia que nos hace verle haciendo el tonto, se ha convertido en una práctica habitual en la tele. Desde formatos tan básicos, como el semáforo en su día, en el que se subía a un friki al escenario, para echarlo luego a cacerolazos, hasta el mucho más elaborado e ingenioso “Un príncipe para…” donde la chanza a costa del incauto, suele ir montada y acompañada de todo tipo de efectos, y en el que, a veces, hasta participa, (en cierta medida), el propio pichón. Y de verdad que algunos de estos programas son verdaderas obras de arte. Cenas de idiotas servidas en casa, libres de cargas morales y sentimientos de culpa. Un deleite para el espectador travieso, entre los que se cuenta, desde luego, un servidor. 

Claro que cuando se juega a eso, es complicado no cruzar el límite de vez en cuando. Como le pasó a Mediaset hace poco con su brillante idea, (en principio lo era), de meter a los chunguitos en la casa de gran hermano. Y luego resultó que no llevaban ni diez minutos cuando ya habían insultado gravemente a un concursante, queriendo hacerse los graciosos. Al final, salieron por la puerta chica, a base de soltar una barbaridad detrás de otra por esa boca que dios les ha dao. Pocas ganas deberían haberle quedado a los de mediaset de seguir por ese camino. Pero si echamos un vistazo a la última ocurrencia de estos señores, un programa llamado “Gipsy kings”, podremos comprobar que estamos lejos de que eso ocurra.
En “Gipsy kings”, seguimos la vida de cuatro familias gitanas de lo más arquetípicas, que no típicas, posible. La de los artistas de éxito, (los chunguitos), la que vende en el mercadillo, y consiente a su caprichosa hija en todito todo, la que regenta una cueva en el sacromonte granaino, y la del prestamista, (por no decir usurero), y vendedor de coches, al que solo le falta encender puros con billetes para ir gritando el dinero que tiene. Lo mejor de cada casa, vamos.

El problema del programa, no es ya lo mucho que tira de cliché, o lo poco que de didáctico tiene. El show se limita a intentar arrancar la carcajada del espectador a base de mostrar una burrada detrás de otra. Lo peor es la terrible imagen que da del pueblo gitano, que no entiendo por qué no se ha levantado ya en armas contra la productora.

Los gitanos de gipsy Kings son juerguistas, irresponsables, sucios, maleducados, ignorantes hasta la barbarie (uno de ellos confesó que hasta hace poco creía que el sol y la luna eran lo mismo, pero que se daba la vuelta por la noche), caprichosos y trapisondistas. No valoran el esfuerzo de ganar dinero  y lo malgastan de forma inconsciente y  manirrota. Y no pierden una oportunidad de hacer el ridículo delante de las cámaras, que esperan pacientemente cada nuevo desmán, para incluirlo en el show. Ni qué decir tiene, que bajo mi punto de vista, y por mas que se intente vender respeto e incluso cariño por la raza de la que se ríe, lo que estamos es ante el programa mas racista que recuerdo en mucho, pero que mucho tiempo.

Pero el remate, es la clara, y para nada disimulada, consciencia de la realización, de estar riéndose de sus protagonistas. Algo que queda patente de forma lamentable en el segundo episodio cuando un juego acuático de los miembros de una de las familias, en Mallorca, es acompañado del famoso “Así habló Zaratustra”, tal y como en su momento acompañaba a los simios protagonistas del comienzo de “2001. Una odisea en el espacio”. ¿Casualidad? Sí, seguro. Yo, que soy muy mal pensado.
Un nuevo paso hacia la televisión del futuro. Riamos mientras sea otro el blanco de los chistes, porque mañana nos puede tocar a nosotros.



 ¡Cogerlos ahí!

Tuesday, February 24, 2015

Así fueron los oscars 2015...



Ahora que han pasado los óscars, y el experimento ese (Boyhood) de rodar a un grupo de actores durante doce años, para ver como los niños se hacían mayores, y los mayores, viejos, se ha dado la costalada que en mi opinión, merecía, me arrepiento de no haber dicho antes, precisamente eso. Que en mi opinión, merecía irse a casa con el único premio que se ha llevado. El de la excelente Patricia Arquette. Y me arrepiento porque ahora, y tras meses y meses de piropos, halagos y vítores hacia la película de Richard Linklater, por parte de todo quisqui, no van a faltar los que digan eso de que tampoco era tan buena, y que a ellos les gustaba más Birdman. Vamos que ahora puede parecer que me apunto al carro de la novedad… Torpe que he estado. Pero bueno. A mí, desde luego, me gustaba mucho más Birdman. Y muchísimo, pero que muchísimo más, Whiplash. Porque la verdad, a mí, la supuesta reflexión sobre el paso del tiempo, apoyada en lo grande que se están poniendo los niños, lo difícil que es la vida, y lo diferente que ve uno las cosas cuando tiene ocho años, y cuando tiene dieciséis, (y ya no te digo cuando tienes cuarenta), me suena a ya contado, y lo que es peor, me aburre. 




Otra cosa es la peli de Iñárritu. Yo ya dije en su momento, que me sobraba el tema del pajarraco, pero como retrato del ego del artista, la frustración de la estrella que se apaga, el encasillamiento, la estupidez disfrazada de genio, y todas esas otras cosas que es Birdman, me entusiasma. Está bien rodada, bien construida. Los actores están enormes, y los diálogos son estupendos. Una buena película, ya digo. Por eso me alegro de que haya ganado en los óscars por encima de la cosa esa del niño que crece. Y me alegro también de los otros cuatro premios conseguidos por esa obra de arte que es El gran hotel Budapest, y que, en mi opinión, reconocen, por fin, el mérito del maravilloso universo de Wes Anderson.

También me alegro, como no podía ser de otra forma, del óscar de Julianne Moore. Una de las mejores actrices de nuestro tiempo, con burradas de interpretaciones, como las de “El fin del romance” o “Magnolia”, por citar un par de ellas, y que, como suele ocurrir en estos casos, (que se lo digan a Pacino), termina ganándolo por la peli más tonta. No es que la mujer no esté bien como enferma de Alzheimer precoz, pero es que a la peli, solo la separa de un estrenos TV, su presencia y la de Alec Baldwin. Vamos que no es lo mismo ganar por fin tu oscar por algo así, que ganarlo por hacer de Hannibal Lécter, digo yo. Pero como lo importante, al final, es poder decir eso de “La ganadora del oscar…”, pues bienvenido sea.



Otro incontestable es el de J.K.Simmons, como secundario por Whiplash. Ya he dicho tantas cosas de esta peli y de esta interpretación, que no sé si puedo añadir algo más sin repetirme. Por lo que, subrayemos eso de incontestable. Y dejémoslo ahí.

Un pequeño repaso rápido a los óscar técnicos y un comentario sobre las pelis de animación, antes de pasar a la que para mí ha sido la gran decepción de este año.
Esta ha sido la primera edición, desde que pueden ser hasta nueve las nominadas a mejor película, en la que todas han ganado, al menos, un premio. Cuatro Birdman y El gran hotel Budapest, tres Whiplash, y uno cada una de las otras. El de Patricia Arquette para Boyhood, el de canción, para contentar a los que acusaban de acto racista no haber cubierto de premios a Selma, el de guión adaptado para The imitation game, (con el autor confesando en el discurso que de joven había intentado suicidarse, y es que lo que no se vea y se escuche en los oscars, no se escucha en ningún otro lado), el de la decepción que ya he mencionado, para la teoría del todo, y el de sonido para el francotirador, que no sé si da en el blanco, pero escuchársele, se ve que se le escucha de cine. Y eso que los francotiradores, en teoría, deberían ser silenciosos, ¿no?

A mí me parecen de justicia, la verdad. El maquillaje, dirección artística, vestuario y banda sonora del gran hotel Budapest, son soberbios. Los mejores del año. Y el montaje y efectos sonoros de Whiplash, incontestables. La única que se llevó algo sin estar nominada al premio gordo, (y que bien podría haberlo estado), fue Interstellar, que se agarró a la obviedad de que los suyos eran los mejores efectos especiales del año. Y tanto.



Lo del tema de la animación ya era más cuestión de gustos que otra cosa. Este año no ha habido ninguna película realmente excepcional, y eso no ayuda a la sensación que empieza a invadir de si es realmente necesario un premio exclusivo para este género. ¿Acaso cuando una película de animación, como ocurriera con Up o Toy Story 3, ha sido realmente buena, no ha estado nominada junto con las de imagen real para mejor película? ¿Y qué pasa en años como estos en los que no hay ninguna Ratatouille, ningún Wall-e? Al final termina ganando uno que pasaba por allí. En este caso, Big Hero 6, una película que, si es por méritos, no habría ni olido los oscars de este año. Pero como había que nominar cinco, y, eventualmente, dárselo a alguna… 

Y una vez hechos estos comentarios, solo nos queda la gran decepción. El lamentable robo a Michael Keaton…

Yo entiendo lo vistoso que es eso de hacer de discapacitado a la hora de aspirar a un premio. Desde siempre, los acentos, los postizos, el aumento o la pérdida salvaje de peso, y, sobre todo, la discapacidad, han sido las bazas más importantes a la hora de ganarse puntos con los votantes. Y no es que menosprecie ese tipo de trabajos. También es interpretación, obviamente, y hay que saber hacerlo. Hay que saber emocionar, sin caer en el ridículo, y con el máximo respeto a la figura que uno está representando. Y no voy a negar que Eddie Redmayne, excelente actor sin duda, consigue hacerlo perfecto en su encarnación de Stephen Hawkings por la que ha ganado un oscar. El problema es que para mí, lo que hace Michael Keaton en Birdman, es tan notoria y brutalmente mejor, que solo puedo ver como un insulto que no sea su casa la que albergue ahora el premio de la academia en lugar de la de Redmayne. 

La de Keaton es de esas actuaciones que marcan, de verdad, la diferencia entre un buen actor y un gran actor. Igual que ocurre con J.K.Simmons, que sí ha ganado el suyo. Igual que ocurre con el grandísimo Edward Norton, nominado también por Birdman. Es ponerse a pelo, ante la cámara y crear, transmitir, contar… No es, y perdón porque ahora sí que voy a faltar un poco al respeto al trabajo de Redmayne, estudiar gestos, poses, miradas, clavarlas, y sostenerlas durante un mes o dos de rodaje. NO hay creación alguna en imitar a la perfección a alguien. Es un trabajo meritorio, por supuesto, y digno de aplauso, cuando se hace bien. Pero no puede ganar, de ninguna, manera, a una creación auténtica, llena de fuerza. A dar vida, de verdad, a un personaje. No puedo, y lo siento si estoy siendo injusto, entender que año tras año, gente que hace trabajos magníficos como Jake Gyllenhaal en nightcrawler, Miles Teller en whiplash o Michael keaton en Birdman, tengan que ceder su asiento al que se pone un postizo, imita una voz, o se arrastra por la pantalla.

Insisto. Lo siento, pero a Michael Keaton, le han robado en los oscars. El arte, pierde una vez más. 




Para terminar decir que tenía la convicción, y así lo he defendido durante muchos años que Neil Patrick Harris, era el presentador perfecto para la gala. Lo había hecho tan bien en otras entregas de premios, como los Emmy o los Tony, que era lógico pensar que con los oscars se saldría. Bueno. Pies estaba equivocado. Aburrido, poco imaginativo, desganado… de las peores galas que recuerdo. Muy mal. Y mira que los siento, ¿eh? Cuanto echo de menos a Billy…

Tuesday, February 10, 2015

La noche de los goya. Pudo ser peor... Y mejor.

Pues ya se entregaron los goya. Con menos sorpresas que en un Manchester - Chiclana. Ganó La isla mínima, porque sencillamente era la mejor película de todas, y en todos los sentidos. Guión, dirección, interpretaciones, impecable factura... Y el niño se tuvo que conformar con lo que era lógico, ya que su factura tambien era impecable, pero en lo demás, se quedaba muy por detrás de sus competidoras. Magical girl, se hizo con el premio de mejor actriz, para la gran Barbara Lennie, que tambien competía como secundaria, por un trabajo, bastante menos llamativo, y 8 apellidos vascos ganó donde podía ganar, en los apartados interpretativos, ya que como película, poco podía hacer contra trabajos mucho mas redondos, las cosas como son. Aun así, merecidísimos en mi opinión, los tres premios, reconociendo, por una vez, el mérito y la dificultad que tiene trabajar la comedia. Como si el dominio del timing, el estar gracioso, y el acercarse al caricato, sin pasarse, fuese tarea fácil. Bravo, por este triplete.



Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo fue otra de las triunfadoras, con dos merecidos premios, a mejor film de animación, (este se podía quedar desierto mas de un año), y guión adaptado. Bajo mi punto de vista, la academia ha demostrado una gran madurez y profesionalidad, con esta película, que es una de las mejores del año, no solo con los dos premios concedidos, sino con la merecidísima nominación a dirección artistica. El diseño de decorados, que es lo que premia esta categoría, no tiene por qué verse respaldado con la construcción física de los citados decorados. Basta conque dicho diseño sea tan magnífico como lo es el que luce el film de Javier Fesser, rico en detalle y prodigioso en la recreación de la ciudad donde residen los protagonistas. Un prodigio. Ganar el premio ya hubiera sido demasiado, supongo. Aunque justo, sin duda.



Naturalmente no podemos dejar de hablar de la presentación de la gala, que comenzó con el enésimo número músical, totalmente innecesario, que dejaba un final, que le hacía pensar a uno que se había metido a ver una versión barata de los miserables, con una serie de rostros conocidos, cantando, "resistiré". A mí esto no me gustó nada, la verdad. Pero allá cada uno.

Dani Rovira lo hizo bien casi todo el tiempo, muy bien a ratos, y muy mal a otros. Es un gran cómico y lo de actuar no parece que se le de mal, pero como presentador, yo no termino de verlo. No es cuestión de talento, es cuestión de que hay cosas que te salen de forma natural y otras que no.

El mayor problema de Rovira era que muchos de sus chistes sonaban un tanto agresivos, e incomodaban un poco. Lo de ¿Te puedo tutear al ministro? no funcionó. Y no es ya por cuestión de si era apropiado o no era apropiado.Es que simplemente, como chiste no funcionaba. Igual que tampoco funcionó salir en gayumbos. Puede que en otro ambiente, en otro momento... Cada cosa tiene su tono.



Sí funcionaron algunas partes de su show. El asunto del opel Kadett, estuvo bien llevado. Otras bromas, sin embargo, cuajaron, por el buen humor y disposición de los invitados, como es el caso de javier Gutierrez, o el de Penélope Cruz, que aguantó el tirón, a pesar de lo incómoda que se le vio ante lo imprevisible que resultaba Rovira cada vez que se acercaba a alguien.

Otra cosa que, bajo mi punto de vista, tambien sobró, fue lo mucho que el presentador insistía en halagar, por no decir consolar, a Jesús Castro, protagonista del niño, con quien competía por el premio de actor revelación. Que si eres muy guapo, que si dios me ayude si tenemos que luchar por el mismo papel, en el futuro... Parecía casi como si dijera "Yo me he llevado el premio, pero tú tambien eres muy bueno"... Lo que tampoco es malo, si no fuera por lo insistente, y porque ya empezó con este discurso incluso antes de ganar el goya.

Y sí, ya sé que estoy siendo bastante crítico, pero es que todos sabemos que Dani Rovira es un crack, y que puede hacerlo mucho mejor. Y así espero que ocurra si repite en un futuro.

Pero si alguien se merece un tirón de orejas, en mi opinión, es el responsable de diseñar y/o elegir, los números invitados. Ese Poveda, que poco tiene que ver con el cine, saliendo una segunda vez, cuando la gala ya se estaba haciendo, no pesada, sino pesadísima. Ese Alex O´Dogherty con un número que no gustó a casi nadie, tambien en una fase en la que la paciencia del público empezaba a agotarse. Y esos compadres sevillanos, con un comentario desafortunado detrás de otro, demostrando que los chistes regionales funcionan cuando se hacen a costa de vascos y andaluces, pero que en otras autonomías, el humor no corre por las mismas calles. Una pena, porque todos son grandes artistas, ubicados en el peor sitio posible, y en el peor momento posible... En fin.

Lo mejor, la gran cantidad de aciertos de nuestro vidente de guardia, Agapito el mente lista, que por una vez, solo cometió tres fallitos de nada. ¡Bravo, Agapito!

22 aciertos de 25. (Hubo tres categorías que olvidó vaticinar) Un 88% de aciertos.



Mejor film : La isla mínima
Mejor director : Alberto Rodriguez
Mejor Actor : Javier Gutierrez por la isla mínima
Mejor Actriz : Barbara Lennie por Magical Girl
Mejor Actor secundario : Karra Elejalde por 8 apellidos vascos                                                        
Mejor Actriz secundaria : Carmen Machi por 8 apellidos vascos
Mejor Guión original : La isla mínima
Mejor Guión adaptado : Mortadelo y filemón contra Jimmy el cachondo
Mejor actor revelación : Dani Rovira por 8 apellidos vascos
Mejor actriz revelación : Nerea Barros por La isla Mínima.
Mejor director novel : Carlos Marqués Marcet por 10.000 kms
Mejor música original : La isla mínima
Mejor canción : el niño
Mejor diseño de producción : El niño.                                                                                                     
Mejor dirección artística : La Isla mínima.
Mejor vestuario : La isla Mínima
Mejor montaje : El niño
Mejor sonido : El niño
Mejores efectos especiales : El niño
Mejor maquillaje : Musarañas
Mejor fotografía : La isla mínima
Mejor film de animación : Mortadelo y filemón conta Jimmy el cachondo
Mejor película Iberoamericaba : Relatos Salvajes
Mejor película Europea : Ida
Mejor documental : Paco de Lucía : La búsqueda.

No vaticinadas :
Mejor corto de animación : Juan y la nube.
Mejor corto de ficción : Café para llevar.
Mejor corto documental : Walls, si las paredes hablaran.

Saturday, February 7, 2015

Quiniela de los goya de Agapito el Mente Lista

Bueno, pues esta noche se dan los goya. Y como no podía ser de otra forma, Agapito el mente lista nos pasa su vaticinio, que según él, está basado en la posición del sol, el ascendente de la luna de Aries, cruzao con Piscis, y los dos retorijones de barriga que le han dao esta mañana despues de desayunarse un café con porras, mollete y medio antequerano con pringá, y media docena de mantecadas de astorga, de las de pellejo gordo. A ver cuantas acierta....

film : La isla mínima
director : Alberto Rodriguez
Actor : Javier Gutierrez por la isla mínima
Actriz : Barbara Lennie por Magical Girl
Actor secundario : José Sacristan por Magical Girl
Actriz secundaria : Carmen Machi por 8 apellidos vascos
Guión original : La isla mínima
Guión adaptado : Mortadelo y filemón contra Jimmy el cachondo
mejor actor revelación : Dani Rovira por 8 apellidos vascos
Mejor actriz revelación : Ingrid Garcia Jonson por Hermosa juventud.
Mejor director novel : Carlos Marqués Marcet por 10.000 kms
Mejor músia original : La isla mínima
Mejor canción ; el niño
Mejor diseño de producción : La isla mínima
Mejor dirección artística : La isla mínima.
Mejor vestuario : La isla Mínima
Mejor montaje : El niño
Mejor sonido : El niño
Mejores efectos especiales : El niño
mejor maquillaje : Musarañas
Mejor fotografía : La isla mínima
Mejor film de animación : Mortadelo y filemón conta Jimmy el cachondo
Mejor película Iberoamericaba : Relatos Salvajes
Mejor película Europea : Ida
Mejor documental : Paco de Lucía : La búsqueda.

Eah, ahí queda la cosa. Suerte pa tol mundo.



Wednesday, February 4, 2015

"WHIPLASH" - El primer peliculón del 2015.



Pasa más a menudo de lo que a uno le gustaría, que de las pelis que menos se habla, sean precisamente las mejores. Un clarísimo ejemplo es este “WHIPLASH”, que ha pasado casi desapercibido por nuestras pantallas, y es, en mi opinión, lo mejor que se ha estrenado en lo que va de año, y, a falta de ver la de Clint Eastwood, la que más merece el premio gordo de las nominadas al oscar, este año. Pero supongo que al final se tendrá que conformar con el de actor secundario, que tampoco es moco de pavo. 

“Whiplash” cuenta la historia de dos personajes muy claros, y que lo tienen muy claro. Un alumno de la escuela de música, que quiere ser el mejor, y un profesor que sabe cómo conseguir que lo sea. Otra cosa es el precio que hay que pagar para serlo…  La historia no entra a juzgar si el fin justifica los medios, sino que directamente te cuenta que hay gente que así lo cree y que, para bien o para mal, lo aplica, incluso a veces, como en el caso del antológico profesor magistralmente interpretado por J.K.Simmons, que ya digo que tiene el oscar en el bolsillo, de forma salvaje e implacable. El viaje hacia sus propios límites, en el que se embarca el protagonista, también genial Miles Teller, no concede un momento de respiro al espectador, al que coge en volandas desde los primeros compases del film hasta su intensísimo y espectacular final. Una auténtica pasada que no debe perderse absolutamente nadie.

En serio, lo mejor del año. De momento. 


 Entran unas ganas de meterle una baqueta en el ojo al cabrón del calvo...