Decía Frank Underwood, el personaje magistralmente
interpretado por Kevin Spacey en mi idolatrada “House of cards”, que la democracia
está sobrevalorada. Y aunque mí me gusta pensar que en la vida real no existe
un personaje tan vil, despiadado y sanguinario como Underwood, (Digo que me
gustaría pensar, no que no crea que pudiera haberlo), también tengo claro que
es la representación más perfecta de lo que es el mundo de la política. Al
menos a esos niveles. Y digo esto porque lo que, de verdad tengo clarísimo, es
que en nuestro país, nunca habrá un Frank Underwood, porque aquí, crueldad,
mala leche, e hijoputez, hay para parar dos trenes, pero inteligencia
suficiente, como para saber administrar la propia ambición, más bien poca.
Un ejemplo de esto es la cantidad de tonterías que lleva
hechas y dichas, Esperancita Aguirre desde que se diera el batacazo electoral,
e incluso desde antes de dárselo. La última, decirle al candidato del psoe, a
un minuto de votar la investidura de la nueva alcaldesa, que aún estaba a
tiempo de dar un volantazo. De vergüenza. Y por eso me da tanta rabia, que
Carmena y los suyos, se lo pongan tan fácil, a gente que es tan inepta. Es como
echarse al arcén, cuando ves que viene Pierre Nodoyuna. Y ahí es donde entramos
en el tema este de los twitters.
Yo ya he dicho antes, y si no lo he dicho yo, lo ha dicho mi
suricato, que para mí, el que hace chistes sobre niñas muertas es un mierda.
Pero una cosa es eso y otra cosa es la política. Y a ver como explico esto sin
que se me lapidéis vivo, defendiendo cosas, que al menos delante de mí, no necesitáis
defender, porque ya os digo yo que se defienden solas.
A la hora de cambiar las cosas, y viendo el punto de
corrupción extrema e insostenible prepotencia al que hemos llegado en este
país, yo creo que solo existen dos maneras de actuar. O en la calle, con palos,
o en las urnas, con votos. Y Carmena, y los suyos, gracias a dios, han elegido
la segunda vía. Y yo que me alegro, y mucho. El problema es que cuando te
vistes de corto, y saltas al terreno de juego, lo haces para jugar. Con tu estilo,
a tu manera, con tu propio planteamiento, como tú quieras. Pero jugar tienes
que jugar. Porque por muy malo que sea el rival, si os dedicáis a pasaros el
balón el uno al otro, sin tirar a puerta, termina el partido, y en los penaltis puede ganar cualquiera.
Lo de escribir estupideces, ya sea en twitter, o en la pared
del aseo de caballeros del bar de la esquina, buscando probablemente, un poco de
atención, o quizás notoriedad, cuando a uno ni se le pasa por la cabeza, que
algún día eso te pueda pasar factura, es algo que le puede pasar a cualquiera.
Como lo de fumarte un porro en la universidad, o hacerte una foto con el culo
al aire. Y en un mundo lógico, donde fuéramos capaces de separar las churras de
las meninas, debería servir solo para formarnos una opinión del hombre, y no
del político. Y de la misma forma que Clinton, aun con su promiscuidad, era un
gran administrador, este tal Zapata, aun siendo un tipo con un sentido del
humor repugnante, bien podría ser un gran concejal de cultura. Pero es que el
problema no es lo que ha escrito, sino por qué lo ha escrito…
Me explico.
Lo realmente preocupante de hacer chistes sobre gente que ha
perdido a su hija y que está sufriendo un dolor que los demás, afortunadamente
para nosotros, solo podemos imaginar, no es ya el grado de maldad que pueda
tener la persona que lo hace. Lo realmente preocupante es que el tío ni
siquiera lo hizo por hacer daño. Ni siquiera era consciente del dolor que podía
añadir a los sufridos padres de Marta Del castillo, por poner un ejemplo, si su
nefasto tweet llegaba hasta ellos. Y es lo más preocupante porque eso demuestra
que estamos ante una persona que no tiene dos dedos de frente, y que no piensa
bien las cosas antes de hacerlas. Lo que en manos de un hábil enemigo, podría terminar
siendo calificado de insensatez e incompetencia. Algo que te hace, no ya
indigno de un cargo en la administración pública, sino directamente, incapaz de
desempeñarlo. Por eso la única salida para una cagada como esta, (aun siendo
cagada con carácter retroactivo), es la dimisión sin titubeos, ni concesiones. Cuando el
objetivo es más grande que el individuo, es mejor apartarte, antes que dar al
enemigo la más mínima posibilidad de frenar o parar la maquinaria. Y yo lo siento
mucho, pero es así.
Y aun voy a ir un poquito más lejos. Porque lo que el PP
quiere vender como un renuncio de Ahora Madrid y/o podemos, bien podría haberse
tornado, primer triunfo de Carmena, con un simple cese fulminante, que hubiera
callado bocas y hubiera demostrado la transparencia y el compromiso con la
honestidad y el proyecto, que estoy convencido que ella y su gente, tienen. Hay muchas formas de cesar a alguien, sin hacerlo parecer un criminal. Y seguro que ella tiene mano izquierda para hacerlo.
Pero ya digo que eso sería jugar al juego en el que Carmena
se ha metido, a pesar de que parece que no le gusta jugar.
Pues amiga, esto de los tweets es una tontería comparado con
lo que puede venir luego. A ver qué hacemos cuando aparezca una crisis de
verdad. Y cuidao, porque quedan todavía cinco meses para las generales, y el
barbas, todavía te gana en los penaltis. Al loro con los pactos imprevisibles.
Wellcome to the jungle.
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