Ya estoy aquí. A lo mejor no os habéis dao
cuenta porque vosotros estáis a vuestras cosas y yo a las mías, que es lo
normal, pero no escribía mis memorias desde finales de agosto. Por un tema de
agenda. Vamos, que le metí al doctor Rivera con su agenda en la sien derecha, y
me han tenío encerrao hasta ahora. Me han puesto más pinchazos que al capitán América.
Como que me quedaba durmiendo desde las seis de la tarde hasta las once de la
mañana. Y cuando me despertaba na más que tenía ganas de sentarme en una silla de
la playa, a criar babilla y a decir, bububú. Una cosa mala.
Lo de la agenda fue porque ese hombre tiene facilidad para ponerme nervioso.
Y yo, pa que me pongan, no sé si me explico. Y empezó a preguntarme cosas de
índole personal, y yo venga de intentar cambiar de tema. Y él que si no sentía
la necesidad de compartir mi vida con alguien, y yo diciéndole que el madrí se
había equivocao fichando a Rafa Benitez, que ese, pa los bufé libres es un
fenómeno, pero pa llevar un vestuario, no lo tengo tan claro, y el tiempo me
está dando la razón. Y él otra vez que si cómo me siento con respecto al sexo
contrario, y yo que cuidao el coleta y con el catalán, que van de alternativa,
y lo que quieren es sentarse en la poltrona. Conque al final tuve que cortar
por lo sano y meterle en la sien con la agenda. Que no lo dejé seco porque este
año no es bisiesto y tiene un día menos, que si llega a haber veintinueve de
febreros, te digo yo que lo dejo en el sitio.
Pero eso ya pertenece al pasado. Lo que
importa es que ayer fui a ver al padrino y me dijo que esto ha estado muy parao
unos meses porque estaba liao con su última novela, pero que ya la ha terminao,
y que en diciembre volvíamos otra vez, Honorato el suricato, el de las crónicas
de cine, y yo mismo, entre otros. Y le dije que vale. Y aquí estoy. Que no veas
cómo está el mundo. De como yo os dejé las cosas a como me las habéis devuelto,
virgen del Carmen. Con los moros disparataos poniendo bombas y pegando tiros. Y
los gobiernos mirando de meterles mano. Y luego dicen que el loco soy yo. Pues
te voy a decir una cosa, ni está bien eso de liarse a tiros con la gente porque
no le recen al mismo menda que tú, ni tampoco hay que pensar ahora que todos
los moros son malos, porque en la esquina de mi calle hay uno que tiene una
tiendecilla, que no veas el avío que nos hace los domingos, cuando está to
cerrao. Que te compras la leche, el pan, y los phoskitos. Ahora, si quieres
cerveza y chorizo, se lo tienes que comprar al chino de más abajo, porque los
moros, esos productos no lo pueden vender por tema de mahoma, que se lo tiene
prohibido. Pero tampoco quiere vender el tendero de la esquina cosas de casa
tarradellas porque odia a los catalanes, y nadie le ha dicho nada. Pero tampoco
me quiero meter en honduras porque esas cosas son mu complicás y yo no
entiendo.
Los catalanes siguen con el tema de
separarse. Pero lo tienen complicao porque primero se tienen que poner de
acuerdo entre ellos y no lo consiguen. Cada vez que van a elegir presidente,
sale que no. Y yo creo que es que no se han sentao a hablar las cosas. Ha salío
uno diciendo, “que nos separamos” y ha tirao palante. Y alguno habrá que haya
dicho, “anda ya chalao, pos no tengo yo problemas suficientes con la abuela
metía en cama, dos años que llevo parao, y el niño que entra el año que viene
en la universidad y no sé cómo lo voy a pagar, pa preocuparme yo ahora de si
separarme de España o quedarme dentro. Que devuelva puyol lo que ha robao, pa
que podamos comer los que no tenemos un duro, y ya luego vemos lo de la
separación. Cuyons!”
Estas cosas no me ayudan a recuperar la
cordura, la verdad.
El día veinte hay elecciones. Pero yo eso
lo veo inútil, la verdad, porque como siga el que está, estamos apañaos, y como
entren los que vienen, estamos jodidos. Conque yo creo que lo mejor es que
cierren el chiringuito y que cada uno se apañe como pueda. Pero dice mi vecino
Amaro que eso sería un caos y un desgobierno. Pos igual que ahora pero sin
gente robando en el gobierno, ¿no? Y nos ahorramos el gasto de papeletas y el
coñazo de la campaña, que te ponen la calle de una punta a otra llena de carteles
con el careto de los carotas. Que yo miro a las farolas y digo, “ahí teníais
que estar colagos, pero de verdad, galopines” Pero mejor no sigo que como lea
esto el doctor Rivera, me encierra otra vez, por violento.
Pues nada. Que ya he regresao y que seguiremos
contando nuestras batallitas aquí, todas las semanas. En cuanto salga a la
calle y me pase algo, porque es que no me ha dao ni tiempo. Na más que ponerme
al día viendo los telediarios, y escuchando las conversaciones de la gente. Aunque
a alguno le he tenío que meter un cabezazo, porque la gente dice cada chalaura
que no es normal.
Hasta luego.
Un golpecito de ná. Con la agenda, que fue.
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