Se acabó. Francia, campeona del mundo.
Ha sido este un mundial raro, em general, con muchas de las favoritas, cayendo pronto, o incluso no llegando. Sin querer quitar mérito a nadie, y dicho desde el respeto, ver a Croacia en la final, lo dice, bajo mi punto de vista, todo. Los croatas, pasaron brillantemente, como primeras de grupo, porque jugaron muy bien y tienen un gran equipo. Pero en octavos y cuartos, pasaron en los penaltis. Las cosas como son. Y se enfrentaban a Dinamarca y Rusia, que no son precisamente, dos cocos. Luego se cargaron, también con esfuerzo, a Inglaterra. Tiene su mérito, por supuesto. Pero la realidad es que la única vez que se enfrentaron a una selección buena, Francia les ganó con la gorra. Y si llegan a apretar, pues no sé... cayeron cuatro goles y les regalaron uno que maquillaba un poco la cosa. Aun así, bravo por Croacia, desde luego.
Francia se lo tuvo que currar un poco más. Eliminó a Argentina en el único partido bueno que hicieron los de Messi, (me niego a decir los de Sampaoli), en el campeonato. Luego a Uruguay y finalmente a la gran revelación del torneo, Bélgica, que ha hecho el mejor fútbol de este mundial, en mi opinión. Si atendemos a esto, creo que podemos tener dos cosas claras. Las pocas selecciones que han dado la talla, se han matado entre ellas y Francia es justa campeona.
Mas Kolindas y menos Trumps y todos los países se llevarían mejor.
Pero vayamos por partes. Antes de jugar la final, el sábado pudimos ver el encuentro entre Bélgica e Inglaterra por el tercer y cuarto puesto, que se saldó con la victoria de los de Tin tin por dos goles a cero, con tantos de Meunier y Hazard, que ya no sabe como insinuarse a Florentino para que se lo lleve al Madrid. Ayer, por si acaso, por ver si así lo pillaba ya, se fue a la banda tras marcar y se marcó un chotis de categoría con Cortouis. Cuando fue preguntado por ello, en la zona de prensa, aseguró que él siempre ha sido muy de chotis y de relaxing cup of café con leche. Los ingleses se van con el honor de tener en sus filas al máximo goleador del mundial, Harry Kane, con seis dianas, tres de ellas de penalti. A Kane le pasa como a Ted Danson, que también le debe la mitad de su éxito a un bar.
Vistas así las cosas, llegamos a la final con Bélgica tercera e Inglaterra, cuarta. Conque solo faltaba ver quién se llevaba el gato al Volga.
El elegido para arbitrar la final fue el colegiado argentino, Néstor Pitana, que dejó para la historia la frase "¿Rusia o coca cola?", al sortear el campo, lo que en el país de Putin hace unos años era como decir, ¿ángel o demonio? Con Pitana se aseguraban imparcialidad total, igual de mal parados salieron los argentinos del cruce con Croacia que con Francia. Aunque lo del Var ya es otra cosa, claro.
El encuentro empezó mal para el equipo balcánico, pues Mandzukic, muy aficionado a ello, marcó en propia meta, adelantando a los galos. Y aunque los croatas consiguieron empatar a base de pundonor y buen juego, el video arbitraje concedió a Francia un penalti por mano dentro del área que Griezmann transformó para su desgracia personal, pues la euforia le provocó algún tipo de trastorno pasajero que le llevó a ejecutar el famoso baile del enano cascarrabias ante la línea de fondo.
Se ve que está cabreao porque han adivinado
su nombre y no se puede quedar con el niño
Así las cosas, los franceses se fueron por delante al descanso y ya no dejaron de estarlo. A los desesperados intentos croatas por empatar el encuentro, Francia respondió a base de contragolpes, que culminaron con otros dos goles más a cargo de Pogba, y la joven promesa, Mbappé. Tampoco ayudó que un cuarteto moscovita, en desacuerdo con la política de Putin, saltara al campo disfrazaos de coro de Teresa Rabal, en pleno contraataque croata. Vladimir se enfadó mucho con su jefe de seguridad al que espetó, "Me ha fallado por última vez" y luego lo ajogó con la mirada.
Croacia consiguió maquillar un poco el resultado gracias al homenaje que le hizo el portero galo a De Gea, al que admira mucho desde que vio una foto de su novia, regalando un remate franco a Mandzukic, que no lo desaprovechó.
Y así se llegó al final con victoria plum gabacha y segunda estrella para nuestros vecinos del norte. Enhorabuena, pichonois.
La sensación de la final, y yo diría que del campeonato, ha sido la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar Kitarovic, que se ha ganado a todo el mundo con su cercanía, sencillez y simpatía. Animando a su equipo como una más, con su camiseta de Chicote, y pagando de su bolsillo sus gastos durante el mundial, (al menos eso dicen), a Kolinda solo le faltó abrazar a la estatua de Lenin. Desde luego Macron ha hecho una amiga para toda la vida. No así el simpático de Putin, que cuando empezó a jarrear agua, le hizo una seña a uno de sus minions pa que trincara el único paraguas que había y lo tapara a él, dejando a los demás pipando wáter. Como decía Mel Brooks, es bueno ser rey. Desde luego es difícil saber si le importó menos a Macron, feliz por la victoria, a Kolinda, feliz por naturaleza, o a una que estaba en la parte de atrás y que aprovechó para mangar una medalla.
Lo que se llama hacer un Cifuentes. (imágenes de AS)
Respecto al resto de distinciones, Modric fue considerado el mejor jugador del torneo, con Hazard segundo y Griezmann, tercero. ¿Quién sabe si no serán vecinos, pronto?
Mbappé fue mejor jugador joven y Courtois, mejor portero. ¿Quién sabe si no serán vecinos, pronto?
España recibió el premio al juego limpio, gracias a las pocas tarjetas. Afortunadamente no se tuvo en cuenta que el propio Rubiales expulsó al seleccionador antes incluso de empezar el torneo.
Y poco más se puede decir. Enhorabuena a Francia por su segunda estrella y a Croacia por su buen papel. El próximo mundial será en Noviembre y Diciembre de 2022 en Qatar. Conque a hacer las comidas de empresa en un sitio con tele grande, amigos.
Au Revoir!
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