¿Y el padrino qué opina? De - Diamantes en bruto

Desde que el primer film, no cómico, con Adam Sandler, para Netflix, empezara a ser visto, los comentarios más repetidos fueron de elogio hacia el trabajo del actor, y no tanto para el film de los hermanos Safdie, en sí, que tambien vivieron algo parecido con su anterior obra, "Good time", de la que se destacó más la interpretación de su protagonista, Robert Pattinson, que la calidad en sí del film. Que, por cierto, no era poca.

Esto es una injusticia a medias. Porque el film de los Safdie es más que notable. Pero es verdad que el peso del mismo, recae sobre los hombros de su protagonista, que borda el difícil papel de tipo desagradable y patético, por el que, a pesar de su miserabilidad, uno no puede evitar sentir cierta lástima. Y la verdad es que sin el impecable trabajo de Sandler, el film, sencillamente, no funcionaría.

Yo, a los hermanos Safdie, tras estos dos trabajos, la mencionada Good time y este Uncut gems, los veo como el reverso chungo de Woody Allen. De la misma forma que Allen nos cuenta historias de un Nueva York, donde profesores universitarios, artistas o escritores, normalmente judios, de ingeniosa y cultivada verborrea, se enfrentan a problemas tan "graves" como "evitar que su novia 30 años más joven no les abandone" o "ligarse a la mujer del prójimo, sin que se entere la propia",  los Safdie nos hablan de otro Nueva York. El de los peristas, el de los traficantes, los delincuentes, gente mal hablada y peligrosa que puede saltarte la tapa de los sesos en cualquier momento, tanto si tienes cuidado, como si no. Y lo hacen, impregnando un chute de verdad, o de sensación de verdad, al menos, a su película, no apto para paladares delicados. La idea es que si acompañas a este tipejo desagradable y poco sensato, en su desesperada cruzada por dejar de ser un perdedor, vivas cada sensación que él vive. Te incomode su humillación, te torturen su insensatez y sus idas de olla, te agobie su arrinconamiento contra las cuerdas, y en definitiva, sufras con su sufrimiento. Lo que es todo un logro, porque como digo, el tío es molesto hasta decir basta. Un tipejo al que no mirariais a la cara si os lo encontrarais en el mundo real. Y la verdad es que los Safdie, lo logran. La obra es agobiante a más no poder, y vuelvo a repetir, que en gran parte gracias a lo patético e irritante que sandler llega a hacer a su personaje, sin caricaturizarlo en ningún momento, ni despojarlo de su lamentable humanidad. Un trabajo soberbio, tanto delante como detrás de las cámaras.

Eso sí... ¿Quién tiene ganas de ver una historia tan chunga, irritante y terminar con los nervios a flor de piel? Bueno... al que haya contestado, "yo", le recomiendo, y mucho, esta película.