Lobezno inmortal. Bostezo interminable

Debe haber algún motivo que desconozco por el que en Marvel consideran a Lobezno un personaje menor. El hecho de que X men fuera su primer gran mega éxito en cine y que Hugh Jackman muestre film tras film un compromiso con el personaje poco común en una estrella de su calibre, (Hugh es un actorazo que lo da todo tanto si hace de Lobezno como de Jean Valjean),  no parece motivo suficiente para ellos a la hora de dedicarle el cariño que sí le han dedicado a sus vengadores. La mejor cinta de los X men hasta la fecha es precisamente en la que su personaje solo sale uno segundos. Pero como el hecho de no tenerle el más mínimo aprecio a Lobezno, no implica que no se lo tengan a los dólares que recauda, aquí estamos ante una segunda entrega de sus aventuras en solitario que es tan innecesaria, decepcionante y aburrida como la primera. O más, si atendemos a esto último.

A este "lobezno inmortal" (lo de inmortal se lo han añadido en España, por cierto), le han adjudicado un presupuesto limitado (sí, los efectos estan bien, pero lo que te ahorras en sueldazos americanos rodando con japoneses es una bendición), y un gran director, James Mangold que trajera en el pasado dos títulos magníficos como "El tren de las 3:10 o "Walk the line", (tambien hizo copland) historias muy superiores y con guiones mucho mejor escritos que esta, claro. Supongo que su amistad con Jackman de cuando hicieron juntos aquella cosa llamada Kate & Leopold propició este reencuentro. Pero hay enfermos a los que ni el mejor cirujano salva.

La historia arranca donde se quedó "X men, la decisión final" (otro horror), con un lobezno apartado del mundo que reniega de su papel de héroe y al que, como si de "el show de Truman se tratara", parece perseguir una nube que le llueve encima cada vez que se hace de noche,ya este en USA, en Japón o en Talavera De La Reina. Con una excusa barata se lo llevan donde el sol naciente donde se ve envuelto en una historieta llena de ninjas que no se molestan ni en esconderse, mafiosos que, por la cara, son capaces de dar volteretas encima de un tren de alta velocidad y sujetarse clavando un cuchillo en el techo, (por cierto, qué puta casualidad estrenar una película con escenita de tren bala justo este fin de semana...), y un final previsible y ridículo. Esos taladros... Un sin sentido que alterna dolor, fantasmas del pasado, personajes a los que puedes quitar de la historia sin que pase nada (ese arquero...), y casi ningún mutante. Y diálogos tan absurdos como "Los que intentaron secuestrarte en el funeral están aqui. / ¿Cómo sabes que viene a por mí?..."  

Si al menos no fuera taaan aburrida. Pero a estas alturas, y despues de lo que llevamos visto en otras películas, un par de volteretas en el techo de un tren y un tío en una armadura gigante no son, ni de lejos, un buen espectáculo.

Ah, y lo de las garras de hueso es de juzgado de guardia...