Wednesday, September 25, 2013

"Rush" Una mentira muy bien contada.

Una de las ventajas del cine es que es mentira. Por eso, aunque una historia esté basada en hechos reales, tú puedes contarla como te dé le gana, desde la perspectiva que más te apetezca, e incluyendo cuantos detalles de tu invención te convengan. Y eso, muchas veces, hace que una historia simple, se convierta en épica.

"Rush" es una mentira a medias. Los hechos que cuenta, es decir, el duelo profesional y de egos entre los pilotos de fórmula 1, Niki Lauda y James Hunt, son reales. Pero la forma de plantearlo, como si Hunt hubiese llegado a ser, realmente, un rival para Lauda, es, simplemente, mentira. La película intenta vender un duelo de titanes, cuando la realidad es que Hunt era un piloto inferior, con un coche inferior y un estilo de vida incompatible con el elitismo deportivo, que si logró algo en su carrera fue, gracias a que un accidente apartó a Lauda de las pistas el tiempo suficiente, como lo demuestra su evolución posterior a los hechos que se relatan en el film. Pero eso ni le importa al director, (un Ron Howard que mejora a cada film), ni debería importarnos a nosotros. Porque la realidad es que la historia, tal y como la cuenta esta película, resulta apasionante, incluso si no te gusta demasiado la fórmula 1. Y digo demasiado porque si la odias, esta no es tu película.

"Rush" plantea un duelo, como ya he dicho, de egos, y de dos formas distintas de ver la vida. La del disciplinado y contenido Lauda, y la del hedonista y rebelde Hunt, dos caracteres enfrentados y dos personalidades insoportables, el primero por su arrogancia y malas maneras, y el segundo por su comportamiento inmaduro y pasota. La magia del film radica en humanizar a ambos hasta el punto de que el espectador es incapaz de pocisionarse a favor de uno u otro así como de odiarlos o amarlos, limitándose, simplemente a comprenderlos.Todo un logro. A ello ayuda, y mucho, las magníficas interpretaciones de Chris Hemsworth, perfecto en su papel de Hunt, y, sobre todo, Daniel Brühl, un actor que no suele gustarme demasiado, pero que clava el papel de Lauda.

El ritmo de la película, decae en algunos momentos, (las escenas de carrera no están muy inspiradas) sobre todo en un final, algo caprichoso que no hace mas que subrayar lo que ya nos han contado durante dos horas, pero en general, el pulso de Howard y el guión de Peter Morgan son impecables, cuajando una de las mejores películas del año.

Muy recomendable incluso para quien no sea fan de la fórmula 1. Al fin y al cabo, ese es solo el escenario.

Lobato la ha visto ya cuatro veces.

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