"Las brujas de Zugarramurdi"... Vaya tela...

Que la crítica española tiene la manga mas ancha a la hora de juzgar productos patrios es algo que el espectador ya debería tener asumido. Y aunque a mí no me parece ni mal, lo cierto es que todo debería tener un límite. Porque la benevolencia que se lleva mostrando hacia el cine de Alex De La Iglesia en los últimos años, (Desde la comunidad no hace una película redonda, y desde Crimen Ferpecto, ni siquiera divertida), cobra tintes de desatino con esta hiperfallida "brujas de Zugarramurdi".

Alex, al que considero uno de los mejores, pero de los muy mejores, directores de este país, de descomunal talento a la hora de crear imágenes perdurables y de rodar las secuencias más espectaculares y difíciles (es de los pocos que en Hollywood no se sentiría pequeño, sino al contrario), tiene, sin embargo una serie de problemas muy graves que tendrían, sin embargo, fácil solución.

El primero, el injustificado y desmedido entusiasmo con el que se han ido recibiendo, no solo sus aciertos, sino tambien sus trabajos menores cuando no, sus errores, y que han ido creándole la idea de que es un genio infalible con licencia para arriesgar cada vez más y tensar un poco más la cuerda a cada paso. Nominar al goya a la mejor película a "los crímenes de Oxford" o pretender ignorar las muchas carencias de "Balada triste", solo porque a Tarantino le hizo gracia ver un payaso matando gente con un machete, no han ayudado a aplacar un ego, ya de por sí, desmedido.

El segundo, descuidar el guión de sus películas. Problema este muy extendido, y sirva como ejemplo, Michael Shyamalan.

Alex trabajó durante años con Jorge Erricaechevarría, formando un tandem excelente. Pero algo debió pasar por el camino, que, como consecuencia, nos dejó una serie de películas huérfanas de esa colaboración. Justamente sus trabajos mas flojos. Y lo siento pero incluyo balada triste, porque a mí siempre me ha parecido un desacierto total...

Aunque en "Las brujas de Zugarramurdi", Alex recupera a su colaborador, y la película tiene muchos de los elementos que hicieron grande el cine de De La Iglesia, como buenos personajes, una historia con gancho, y una factura impecable, lo cierto es que hace aguas por todas partes por culpa de una autocomplacencia intolerable, un guión dolorosamente mal desarrollado, y una tendencia a la exageración que se carga el tono que sí tenían El día de la bestia o la comunidad y que esta pide a gritos. Si no eres capaz de darte cuenta de que con una vez que veas a la enfermera golpear la cama del enfermo al que transporta contra una esquina es suficiente para transmitir lo que quieres, es que tienes un problema.

Otro añadido es la incapacidad de este par para darse cuenta de que algunas cosas que ellos piensan que son la monda, no tienen , si quiera, gracia. Y que a veces hay que elegir un poco mejor a los actores...

Por lo demás, muy bien el grupito de brujas, y fantástico el duo Areces/Segura. Pero la realidad es que faltando media hora larga, el espectador empieza ya a mirar la hora...

Quizás habría que empezar a buscar ayuda en los guiones. Solo digo...