Esta no es, en contra de lo que pudiera parecer, una película sobre la bolsa, el poder, el dinero, o cualquier otro de esos temas elevados que tanta clase le dan a una película... No. Este es un show de tres horas sobre dos tipos que se drogan, beben como hijos de puta y se tiran a todo lo que se mueve. Simplemente porque pueden. Y cuando digo tres horas, digo tres horas, con sus 180 minutazos. Y eso es lo mas increible y genial de esta película. Que terminan esas tres horas y tienes ganas de ver otras tres, porque el ritmo, el montaje, el asombroso poder narrativo del director, y sobre todo, SOBRE TODO, las espectaculares interpretaciones de Jonah Hill y un gigantesco Leonardo Di Caprio, (¿En serio no le van a dar un oscar a este tío?), te dejan clavado y con la boca abierta durante todo el metraje. Y en serio que no puedo decir nada mas sobre el tema que "corred a verla, ya". En serio.
Leo dispuesto a liarla con su Ferrari, en su yate o a bordo de un avión...
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