Monday, January 27, 2014

Memorias de un hijo del levante. cap.4 "Gritos"

Yo soy una persona muy calmada que no se irrita facilmente. El que me conoce lo sabe. Y al que no me conoce pues me imagino que le da igual, digo yo. Pero si hay una cosa que me saca de quicio, aparte de la canción de los pitufos, que me ha dicho mi amigo Tenorio que si la pones al reves, se escucha un mensaje del diablo ordenando la muerte de los inocentes, son los gritos. ¿Qué necesidad tiene la gente de decir las cosas a gritos? A ver. Si estás cerca, conque lo digas en un tono normal, ya me entero. Y si estas lejos, habla con otro, cojones, porque mira que hay que ser caprichoso para querer hablar, precisamente, con uno que está en la otra punta. Y si no, me llamas por el móvil o me pones un Guasas. Que yo escucho plin, plin, y te contesto mas rápido que ligero.

Pues el acabose es mi vecino Venancio, que es un bajuno de padre y muy señor mío. Bueno, mío no. Mi padre es otro que no se llama Venancio ni es bajuno ni pega gritos. Por lo menos, delante mía. Pero mi vecino, sí. Mi vecino es un energúmeno de cuidao. Sale a la puerta de casa y dice "Paquiiiiii" que es como se llama su mujer. "Paquiiiii" y la Paqui le dice "Qué", y él, "Na, pa sabé donde estabas" y se mete otra vez padentro. Y a mí me entran ganas de bajar y meterle con el extintor en los ojos.

Otro problema que tiene el menda es que se enfada corriendo. Y no me refiero a que cuando sale a hacer footing se cabree. Me refiero a que se enfada muy pronto. Y por pronto no quiero decir que a las seis de la mañana ya esté enfadao o que se cabree solo el uno y el dos de enero. Que tambien. Quiero decir que está tan tranquilo y de repente se enciende el tío como si le hubieran echao aceite hirviendo por el pescuezo.

El otro día, por ejemplo, me lo encuentro en el portal diciendo "Paquiiiii, ná pa sabé donde estabas", y llego y le digo, "¿Qué pasa, vecino?", que es la fórmula que se usa en mi bloque para saludar ya que lo de "buenos días, buenas tardes o buenas noches" se ha quedado obsoleto, de la marca anticuado, y solo lo dice el caracol perejil y el del show de Truman. El caso es que le digo "¿Qué pasa, vecino?" pero solo por saludarlo, porque pasar, pasan siempre muchas cosas, y ni creo yo que mi vecino esté al tanto de todas, ni a mí me interesa, la verdad, que me las cuente. Pero se ve que él no opinaba igual y empezó a contarme que había tenido un problema en el trabajo con un tal Matías que parece ser que no entregaba los albaranes rellenos, y aunque yo no sé lo que son los albaranes, le decía que sí a todo porque no tenía ganas de liar mas la cosa. Bueno, pues él venga de Matías, y venga de los albaranes. Y aunque por un instante pasó por mi cabeza la posibilidad de echarme a correr escaleras arriba, enseguida tuve que desecharla porque el gachó me agarró por el hombro como si fuera un cepo de la grúa municipal, y aquello, la verdad, mermó sensiblemente mi capacidad de movimiento. y entonces pasó lo que yo ya estaba temiendo que pasara. Que se encendió. Pero por las buenas. Por la cara. De repente empieza el tío a pegar gritos y a darse palmetazos en el pecho diciendo que si Matías era esto y que si Matías era lo otro y que eso le pasaba a él por tonto. Y yo pensé en decirle, que agradeciera la suerte de que siendo tonto le hubieran dado trabajo, pero como gritaba tanto, preferí quedarme callado y encoger los hombros. Y el tío que empieza a escupir al tiempo que hablaba y diciendo "yo quiero justicia, yo quiero justicia" y yo respondía "Y yo un paraguas, y yo un paraguas" y entonces me suelta y empieza a darse tortas y a llorar como si hubiera perdido un ser querido o bien se hubiera comido un montaito mihura de la venencia. Y yo diciendo, "Pero, hombre, ¿qué le ha pasado a usted? ¿Se ha comido un montaito mihura de la venencia?" porque me daba palo preguntarle si había perdido un familiar, y él, "Es que soy un desgraciao. Y dios me tenía que recoger" y yo no quise decirle ná, pero el que recoge no es dios, sino la muerte con la guadaña, que lo he visto en los libros de Terry Pratchett. "Pero te voy a decir una cosa" me dice de repente, y yo pensando para mí mismo, que es como se suele pensar, "¿una cosa? pero si me ha dicho lo menos ventisiete", y él "Ya no voy a dejar que me tomen mas el pelo, a partir de ahora voy a ser malo" y yo, "no, hombre, no." y él "sí, sí, sí, sí, sí" aunque yo solo le había dicho dos nos. Pero en todo caso no quise alargar mas la cosa conque viendo que se había calmado un poco, dije "Paquiiiii" y cuando ella dijo "Qué" le dije "Ná pa que tu mario sepa donde estás" y me eché a correr.

Ojú como está la gente.


illo, relájate, pichica de oro.

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