Wednesday, May 14, 2014

"Malditos Vecinos" - A metro y medio de la meta

Hay dos cosas que tengo claras despues de ver esta película. Lo que querían conseguir. Y que no lo han conseguido.

Yo soy un gran fan de la nueva comedia que se viene haciendo en los últimos diez/doce años en Estados Unidos, a raiz de la aparición del llamado "Frat Pack", fundado en su día por los Wilson, Stiller, Ferrell y Vaughn, al que luego se les fueron uniendo los Carell, Rogen, Hill y compañía. Auspiciados por cineastas con ganas de hacer cosas nuevas y de calidad como Judd Appatow, Gregg Mottola o Adam McKay, fueron, bajo mi punto de vista, señalando un camino que luego han seguido muchos.

Uno de los mas prometedores es Nicholas Stoller, quien nos dejara la excelente "Paso de ti" y su posterior spin off, "Todo sobre mi desmadre" (vaya horror de traducción de títulos, por cierto), y que ahora firma este "Malditos vecinos" que pretende ser una disparatada, pero inteligente, comedia sobre el enfrentamiento entre los que no piensan en el mañana, escudados en su joven edad, y en los que empiezan a enfrentarse al hecho de que tarde o temprano tendrán que aceptar, que el mañana ya es hoy. Lo que se traduce en una pareja joven que acaba de tener su primer hijo y una hipermolesta fraternidad, enfrentadas en lo que debiera haber sido una desternillante y desquiciada guerra vecinal.

El problema del film, que tiene todos los ingredientes necesarios para alcanzar su objetivo, con un reparto casi impecable, (lo siento, pero yo no soy de los que creen que Zac Efron tenga el nivel necesario para este tipo de comedia), una dirección correctísima, secundarios muy potables y algún que otro gag bueno, es que no da la talla donde mas falta hace que la dé. Justo cuando la historia está pidiendo a gritos que los personajes traspasen esa linea que separa lo mas o menos lógico o normal, de la locura, el caos y la anarquía absoluta, (podrían verse unas cuantas pelis de Frank Oz para aprender sobre el tema), se queda a metro y medio de la meta, dando mas cancha al show personal del protagonista, Seth Rogen, que una vez mas, y en la vieja tradición de Billy Crystal o Robin Williams, impone su personalidad sobre la del personaje, y a un festival de chistes groseros, que terminan cansando un poco.

Una pena, porque la película daba para mucho, pero que mucho mas.

¿Qué hacemos nosotros trabajando con el chufla este?

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