Wednesday, May 21, 2014

Memorias de un hijo del levante. Capítulo 17 "Comunión"

El sábado hizo la comunión mi sobrino Serafín. Y no os quiero contar la que se lió. Yo no sé cómo me las apaño que na mas que me rodeo de majaras y trapisondistas. En serio. Porque si no, no se explica que siempre ande metido en los líos en los que me meto. Pero bueno.

Yo, por mi gusto, no hubiera ido, porque aunque soy muy fan de Jesús el Cristo, el tema de comérselo y beberse su sangre, no lo termino de entender. ¿Me estás diciendo que para ser un buen católico, me tengo que papear a Cristo como si fuera Hannibal Lécter? ¿Y luego, para no engolliparme, beberme su sangre? Pues yo eso no lo veo, qué quereis que os diga. Y ya sé, porque me lo ha explicado el cura que se parece a Mr. Bean, que no es la carne de Cristo ni su sangre de verdad, (pobrecito, despues de tantos años, poca chicha iba a quedar pa hacer galletas), sino que es una cosa simbólica, a base de obleas de beckelaer y tinto de la casa. Pero la idea es la misma. Un niño comiendose a Cristo y bebiendo su sangre. En plan macabro. Te digo yo que en vez de ir de blanco nuclear, las niñas deberían ir vestidas como las hijas de zapatero cuando fueron a casa de Obama a merendar.

Pero mi hermano se empeñó en que fuera porque decía que era un día importante para la familia y que teniamos que estar todos y no se qué. Y que luego ibamos a ir a almorzar a los salones pajarito y a bailar paquito el chocolatero y que lo ibamos a pasar pirata. Y yo le dije que sí porque no quiero conflictos familiares, pero a mí eso de almorzar en los salones pajarito, bailar paquito el chocolatero y pasarlo pirata, me da mas miedo que echarle un pulso a Freddy Krueger. No sé si me explico. Porque ya en la boda de mi hermano me sentaron en una mesa con un montón de gente rara que yo no conocía de ná y que na mas que hacían de contarme su vida y venga de ja, ja y de ji, ji. Y luego cuando le partí a uno una botella de peñascal en la cabeza, porque ya no podía con el sonido de loro turco que despedía su voz, va mi hermano y se enfada y me dice que he metío la pata y que no se qué y que no se cuanto. Y que si deja ya de meter el dedo en el merengue de la tarta que está feo. Y yo le dije que mas feo estaba el gorro que se había puesto su suegra que parecía la tapaera un retrete, y todavía se enfadó mas. Una cosa mala. Y luego, cuando empieza el baile, y me voy para una esquinita para quedarme tranquilo y que la gente no me de la lata, llega uno por detrás y me trinca por la cintura diciendo que vamos a hacer la conga. Y yo hago lo único que se puede hacer en una situación como esa. Le meto un cabezazo y dos patás en los riñones mientras le aclaro que me debe haber confundido con Jorge Javier Vazquez, porque a mí no me gusta hacer la conga con tíos.
Bueno, pues tambien se enfadaron por eso. Conque no sé por qué me tienen que invitar ahora a la comunión del niño.

El caso es que no pude librarme y el sábado me planté en la iglesia vestido como yo creo que hay que ir a las comuniones, con un hábito como los que llevaban los santos apóstoles en la historia mas grande jamás contada. Pero como no había podido encontrar ninguno porque en el corte inglés no los venden, me compré lo más parecido que pude encontrar. Un disfraz de Obi Wan kenobi, que vendían en el chino, y que daba bastante bien el pego, si pasabas por alto el detalle de la espada laser, (que antes se decía de luz), que llevaba colgando del cinto y que tenía una parte de plastiquete verde que brillaba y hacía "zum, zum", si le ponías pilas, que las tuve que poner yo porque en la caja ponía "no incluidas". Y na mas que os digo que era yo el único que iba vestido así. Los demas iban todos con chaqueta, corbata, camisas de esas de Bruce Lee, sin parte del pescueso. ¡¡¡¡Illo, que la gente no iba así en los tiempos de Jesús el cristo!!!! Pos nada.

Y el remate ya fue los niños. Cuando me los veo entrá vestidos de blanco, como si fueran Sergio Ramos, o con la chaquetita azul marino, como si fueran Sergio Ramos con chaquetita azul marino... vaya tela. Y entonces, el acabose. Un chaval vestido como el pato donald. ¡¡¡eso qué es!!!! grité yo. ¡¡¡Al chaval ese lo han vestío de pato donald!!! y me dice uno con bigote que había al lao mía, "que no, hombre, que va vestío de marinerito" y como yo no le había pedido su opinión, para dejarle claro que no me interesaba lo que tuviera que decirme, saqué la espada laser, (que antes se decía de luz) y le hice, Zum, zum. Y luego salí corriendo hacia donde estaban los niños al grito de "Las cosas si se hacen, se hacen bien" y si no me llega a interceptar un tío que era mas grande que Bud spencer mirándose a un espejo de esos de aumento de la feria, pongo orden yo allí mismo.

"¿Qué hace loco?" me dice el Bud Spencer. "Poner orden, Bud", le dije yo. "Orden te voy a dar yo a ti" me dice él de nuevo. Y yo, viendo que la cosa estaba pasando de mantecosa a tomatosa, decido, en un alarde de paciencia, explicarle el tema. "Si es que el niño ese va vestío de pato donald, pero va malamente, porque el pato donald lleva camiseta pero no lleva pantalones. Conque me he dicho, vamos a quitarle los pantalones al niño..." y ahí ya fue donde empezaron a lloverme tortas, puñetazos, botellazos, cabezazos.... Y al otro día me desperté en el Punta Europa. Ahora, lo que es yo, no vuelvo a ir a una comunión en mi vida. 

Chucky resucitao, por mi pare.

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