Monday, June 30, 2014

Memorias de un hijo del levante. Capítulo 21 "Cabalgata"

Esta semana ha sido la feria de Algeciras. Y lo que yo he sufrío no está en los escritos. Porque vaya tela de nutela. El jaleo que arman los feriantes con que si quieres la chochona, que si llevo la chochona, que si el turrón de coco, el turrón de yema, la torta imperial, que si uno veinte duros, tres cuarenta duros, que si la  tere con la tartana vende los bocadillos como le da la gana, que si viva una experiencia única en el pasaje del terror terrorífico con ribetes de pavor pavoroso... Y eso por no hablar de las incongru (mi villano favorito) encias tan grandes que se escuchan. Como el tema de los gofres, que ya me supuso una golpiza hace unos años porque ellos dicen que la receta de los gofres solo la conocen diez personas en el mundo y luego resulta que solo en el recinto ferial, hay doce puestos de gofres, que los he contao yo. Aparte de que en el lidl, los venden por cajas.Y claro, cuando me acerco a uno de ellos para advertirles de esta anomalia, no se le ocurre otra cosa que tirarme un gofre de esos, jirviendo, al rostro. Y yo que para los temas del dolor físico, soy muy maniático, trinqué una bombona de butano que tenían allí acomodada en una esquina y se la revoleé a los mendas. Cuando llegó la policía ya me habían dao patás hasta en el cielo la boca.

Pero lo peor de la feria es el tema de las cabalgatas. Eso no tiene nombre. Bueno, sí. Cabalgata. Pero lo que es nombre de decir, no me veas cómo es el tema este, no tiene.

Esto es una cosa, que, para los que sean de Dusseldorf, y no hayan visto una cabalgata de feria en su vida, se hace el primer sábado por la tarde. Se montan unos paneles de corchopan alrededor de un tractor o de un twingo, simulando que es una carroza, una nave imperial, o el barco de Vickie el Vikingos, que se pasaba el deo por la nariz, tres veces y se le ocurrían ideas, y luego suben a seis o siete niñas vestías de gitana, o en su defecto, de niñas, a seis o siete niños, vestíos de bola de dragón, y los ponen a tirar caramelos como si no hubiera un mañana. Esto es tela de jodio porque como no andes listo, te dan un caramelazo que te vuelven loco. O cuerdo, si me dan a mí. A mi amigo Tenorio, un año, le pasó que un grupo de escolares trapisondistas fueron a por él, por un comentario sin importancia que había hecho sobre sus madres. Lo cosieron a caramelazos, que parecía el hermano de Michael Corleone, cuando lo trincaron en el peaje de Estepona y lo jartaron de balas. El último caramelo, que era de la caja San Fernando, y encima de piña con maracuyá, le metió en la sien y no lo dejó seco porque el de ahí arriba no quiso. Pero se le quedó la misma cara que a un conejo cuando le metes con los nudillos en la cepa la oreja.

Otra cosa tremenda de las cabalgatas, es que ademas de las carrozas, salen los gigantes y cabezudos, que eso es pa reventá. Tres o cuatro gacheles, metios dentro de unos entarimaos, simulando que son gigantes, pero que se está viendo de lejos que no lo son, en absoluto. Y ahí van los mendas con la visión superlimitada, que cualquier día dan una cambayá, y se dan con la reja el muelle. Pero lo mejor son los cabezudos. Eso son gente de tamaño normal, solo que con la cabeza desproporcionada, y de cartón piedra que da mas miedo que los moñecos que saca iker casillas en el cuarto del milenio, pa dá susto. A mí me recuerda una historia para no dormir, de esas que hacía Narciso negro Serrador, con el padre, que era igual, pero de sabor de menta, y que se llamaba el moñeco. Y salía una de las hermanas hurtado haciendo de niña terrorífica que jugaba en la buhardilla de la casa con una moría y luego hacía un moñeco del padre y le arriaba un bocao en la cabeza. no pasé yo miedo con el moñeco.

El caso es que los cabezudos son gente cabezuda  y que las hay del caracter antiguo, es decir, de cartón piedra simulando que son famosos de antaño, como el gordo y el flaco, o epi y blás piñar, o modernos, como Bob el esponja, o los minimonis, que salen en mi villano favorito. Y estos, como son mas de ahora, en vez de ser de cartón piedra, son de espuma o de gomita. Que tienen que pasar el mismo calor, que un pavo en nochebuena.

Yo este año me fui a supervisar la cabalgata porque ultimamente está siendo un desmadre y esto no se puede aguantá. Que se mezclen personajes que no son de la misma película o show televisivo, está mal, pero que los pongan a bailar como si fueran jelipollas, eso ya es una falta de respeto muy grande. Porque el baile del cabezudo, para que lo sepais, no es un baile normal, como el que te haría upa dance o las niñas del disney channel nº 5. No. El baile de un cabezudo, consiste en dar pasitos cortos a derecha e izquierda, avanzando casi en círculos, mientras se menea la cabeza dando la sensación de que en algún momento van a jincar el pico en el suelo. Al mismo tiempo hay que ponerse una mano en la boca y otra saludando como si fueras letizia, reina de España. Una cosa mala. Conque me fui para allá, y lo primero que me di cuenta es el poco respeto a la actualidad que se tiene en estas cosas. Es verdad que hay minimonis de gru, pero seguimos con cabezudos del antesdiluvianos neandertalmente hablando. Como los picapiera o Pipo Pescador. Y yo digo, ¿qué trabajo hubiera costao, estar un poco atento a la tele, hacer un esfuerzo y sacar algo de máxima actualidad? Por ejemplo, un cabezudo de Luis Suarez, que es un jugador uruguayos que, en un claro homenaje a la saga crepúsculo, le ha dao un boaco a un italiano en el pescueso durante los mundiales de Victor De Janeiro. Bueno, pues no. Ni un solo Luis Suarez había. Y encima el bailecito. Con lo que ya no pude mas y me subí de un salto a una vaca gigantesca de cartón, que no se de dónde había salido, y me puse a dar indicaciones de cómo había que bailar. Claro que en el primer paso de roger rabbit que estaba intentado hacer, se me fue el cuerpo y di un costalazo a la altura del pollo caporal, que todavía, si vas por allí, verás la marca de mi fisonomia en el suelo.

Y si os creeis que se paró alguno estais mas equivocados que el que reservó vuelo y hotel para ver a España en la final del mundial.

Y encima cuando estaba en el suelo, vinieron los niños de los caramelos y me arriaron con uno en el ojo izquierdo, que todavía lo tengo como si fuera Antonio ozores.

Menuda mierda de cabalgatas. ya no voy mas.


 Por lo menos a Epi y Blas, los han vestío de Chicote.

No comments:

Post a Comment