"Yo, Frankenstein." Bueno, al menos no aburre...

Que esta película no aburre es lo único bueno que se puede decir de ella. Y aunque pueda parecer poco, no lo es en absoluto si tenemos en cuenta lo difícil que es hoy en día no bostezar en una sala de cine.

Pero la verdad es que la historia de cómo la criatura de Frankenstein, que parece ser inmortal, por lo visto, intenta ser capturada por un grupo de demonios para arrebatarle el secreto de su regreso de entre los muertos, y poder crear así, una legión de zombies endemoniados, mientras otra legión de ¡¡¡Gárgolas!!!, intenta impedirlo, no solo es un disparate, sino que encima está peor escrita que avión con h. Claro que como Adam, que así es como se hace llamar la criatura en este film, es poco menos que un action hero, a tortas los arregla a unos y a otros, lo que te mantiene distraido un rato. Luego, y en un arranque de cordura, cuando la cosa ya no se sostiene de ninguna de las maneras, y el tema ya empieza a aburrir, va y se termina. Así que todos contentos.

Para disfrutar del aire acondicionado del cine en verano

Unos quieren coserlo a puñaladas y otros hacerlo pedazos...