Thursday, July 10, 2014

Memorias de un hijo del Levante. Capítulo 22 "Miserables"

El otro día fui a ver "Los miserables". Y no me refiero a que asistiera a un pleno del congreso, no. Sino que mi amigo Tenorio había conseguido un par de entradas para una función que daban en el teatro Cervantes de Málaga, de una versión musical que han hecho de la novela "los miserables" que escribió uno que se llamaba Victor Hugo Silva, y que va de franceses cabreaos. Solo que aqui cantan. Están cabreaos, pero cantan. Son cosas de franceses, no hay que entenderlas.

El caso es que yo no las tenía todas conmigo porque Tenorio, no sé si lo he contao en otras ocasiones, (en este blog puede que no, pero en el tomo recopilatorio de mis primeras aventuras, disponible en lulu.com y en amazon, sí que lo he contado seguro), es cleptómano, que es como ser mangante, pero sin pertenecer a partido alguno ni ser amigo de urdangarin, ni nada de eso. Y, claro, no me fiaba yo mucho de cómo había conseguido las entradas. Y así se lo dije, "Tenorio, no me fio yo mucho de cómo has conseguido tú las entradas". Y él, diciendo que se las había regalao el cura que da la misa en la clínica de nuestra señora del corto amparo. Que el hombre pensaba ir y le salió un bautizo de compromiso a ultima hora. Y como no quise ponerme pesao, dije, venga palante, y pallá que nos fuimos.

Las entradas estaban bien porque no eran demasiado cerca. A mí no me gusta ver las obras demasiado cerca porque me da la sensación de estar metiéndome en la vida de los demás. Como cotilleando. Y, a lo mejor es una tontería, pero me siento como si cualquier día se vaya a volver uno de los personajes y me diga, "illo, ¿qué estás mirando?" y como, encima, me meto tanto en la historia... ya un día, viendo Hamlet, de William Chespi rito, me subí al escenario de un salto a darle mecos a uno que había matao al hermano, se había casao con la viuda y encima se cachondeaba del hijo del muerto en su puta cara. Y yo con esas injsuticias, es que no puedo. Conque, cuanto mas lejos esté del escenario, mejor. Y como estas estaban en el tercer piso, estupendo, porque hasta estando loco como estoy yo, no se me ocurre tirarme al escenario desde esas alturas como si fuera el caballero oscuro. Mas que nada porque lo que voy a terminar siendo es el caballero es churro.

Yo estaba encantado porque aunque cuando llegué, me habían colocao delante un gachó de tamaño paugasolesco, que me mermaba la visión escénica, endeseguida vino la muchacha del teatro y le dijo a él y a la novia, (que digo yo que sería la novia, porque lo mismo era la quería. La quería y la quiere), que se fueran jumando de allí, que se habían sentado donde no era, ya que por lo visto ellos tenían entradas para el paraiso. Y no os dejeis llevar al engaño por el nombre, porque por mucho que se llame paraiso, tiene mas pinta de infierno, porque es un banco de maera que han puesto en la parte de atrás del todo y que cuando lleves allí sentao dos horas seguro que tienes el sieso como un mandril con almorranas. Así que de entrada me puse contento al ver que me quitaban al largo de delante, sobre todo cuando la que se sentó despues era la china de kill bill, (si no era ella, era la hermana), y como era menuita y chinosa, no estorbaba nada. Pero luego se me fue el gozo a un pozo porque la china se movía lo mismo que la bala que mató a kennedy. Y ya se echaba pa un lao, ya se echaba pal otro, ya se echaba palante. Y tampoco me quise poné chungo porque al fin y al cabo, la pobre no vería bien el escenario por el tema de la visión chinesca. Conque me aguanté, y solo le di dos patadas a la butaca.

La función fue tremenda. Como ya os he dicho antes, en esta historia todo el mundo está cabreao. Uno porque lo cogieron robando pan en la dulce campesina y le han metío veinte años en alcalá meco, lo que tiene que quemar tela, viendo que a Ortega solo le han caido dos por cargarse a uno con el land rover. El policía que lo vigila tambien está cabreao porque no se fía de él y tiene claro que en cuanto pueda vuelve a robar. Y mas razón no podía tener el hombre porque en cuanto sale con el tercer grado le deja la casa al obispo igual que Tenorio las habitaciones de hoteles. Que un día lo pillaron sacando el colchón y tuvieron que convencerlo a palos de que lo dejara. Tambien hay una que está cabreá porque la han echao sin paro y tiene la criaturita que hacé de to lo malo pa darle de comé a una chiquilla que tiene. Y así me puedo tirar cuatro horas contando penas. Yo solo os digo, pa que os hagais una idea de cómo estarán de quemaos los personajes, que terminan montando una barricada en el escenario y liándose a tiros. Que yo a esas alturas me tuve que agarrar a los brazos del asiento pa no saltar a echarles una mano. Sobre todo cuando se hirvanan a un chiquillo, que hace falta ser francés y mala persona pa cargarse a un chavea con el futuro que tenía. Y ya digo que todo esto lo hacen cantando, vaya usted a saber por qué. Y no os creais que es que es el cumpleaños de uno y le cantan que los cumplas feliz, no. Que tiene uno que preguntarle a otro la hora y lo hace cantando, "Buen ciudaaadaaaano, dime la hoooooraaaa, que si es tempraaaanooo, llego a Zamooraaa"

Pero todo muy bonito y muy bien montao, que hay un momento en que el policía, arrepentío por haber estado acosando al que robó el pan, se revolea por el viaducto y parece que es verdad que está el tío cayendose al agua. Tan bonito estuvo todo que solo tuve un momento tenso cuando no me pude aguantá por una injusticia mu grande que hicieron con el protagonista, que se metió el solito debajo de un carro que tenía a un viejuno atrapati, mientras todo el mundo miraba poniendo achaques,  que si pesa mucho, que si se vaya a caer la carga, que si hay que traer un camioncito grúa... Bueno, pues cuando ya ha levantao el carro el pobre hombre, él solo, y han sacao al viejuno de debajo, aparecen tres notas y se llevan el carro pal fondo del escenario como el que arrastra el carrito del lidl. Y yo ahí exploté porque es mucha tela una cosa así, "illo, ya no pesa el carro, cabroneeeeeees??????" y me miró la china de kill bill con una cara que preferí callarme y no decir mas ná, no fuera que sacara la catana y me afeitara el pescuezo. Luego me explicó Tenorio que era normal que el gachó hubiera levantao el carro sin ayuda, porque él lo había visto de cerca en una película y resulta que el menda es lobezno de los x men. Conque así, se entiende.

Tenorio estaba supercontento cuando salimos, pero yo me sentía fatal porque existía una gran posibilidad de que hubiera sido tan injusto con él como el policía con lobezno. Porque le había dado tanta carga con lo de las entradas... Conque emocionado por el espectáculo visto, me fui pal mirador de Gibralfaro y me subí al filo cantando. "Tenoooorio, me via mataaaaá. Lo que yo he hecho contigo, no es normaaaaaá" y Tenorio me miraba como diciendo "what the fuck" y yo "Hasta aquí hemos llegaaaaao, con mi amigo me he pasaaaaooo" y Tenorio, "bájate, quillo que estás dando la nota" y yo "merezco un castiiiigoooo, por ser injusto contiiiigoooo" y él, "vaya tela" y que me tiraba, ¿eh? que yo estaba convencío. Menos mal que cuando ya estaba a punto, me dijo Tenorio, "anda, bájate, que he robao las entradas"

Pos menos mal.


Le pegan un tiro a un amigacho tuyo, y ¿qué haces? ¿Le prestas asistencia médica? nooooo, te pones a cantar. Lo más lógico del mundo.

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