Thursday, July 26, 2018

CANAL NOSTALGIA, con Bruno Faradio. Hoy "Padres forzosos"

Saludos amigachos,


Hoy inauguramos esta sección que repasa aquellos hits televisivos que habitan en nuestro recuerdo. Ay, qué nostalgia más mala.


Empezamos con una serie que tuvo tanto éxito en su momento que ha terminado siendo renovada treinta años después con la chiquillería, que ahora ya son patagallos buenos, a cargo del cortijo. Hablo de full house, que aquí en España se llamó, Padres forzosos.




Esta serie contaba la historia de Danny Tanner, un muchachuelo que se quedaba viudo con tres niñas a su cargo. Al gaché la cosa se le puso mas cuesta arriba que a Calatrava montando un comedor de Ikea. Y para poder sacar la cosa palante acude a su cuñado, el hermano de la finada, y a un amigo, para que se muden a su casa y le ayuden a criar a las chequillas. A ellos no les viene del genero malamente porque uno es un roquero con menos éxito que Colombo en la voz, y el otro un cómico con menos gracia que Aznar contando el chiste del niño y los garbanzos. Conque tener casa y comida, no les viene torcido a ninguno de los dos, ya que si tienen que vivir de su arte, tardan en tener que hacerle otro agujero a la correa, lo mismo que Massiel en llegar a la barra cuando los novios abren el baile.

Al principio de la serie, el padre, que es uno así espigao, amante de la limpieza, (un recurso cómico, ese de tener un personaje obsesionado con la limpieza, muy usado), es reportero dicharachero y lo mismo entrevista al quaterback de los cardinals que a uno que lleva veinte años vendiendo suizos en la esquina de las adoratrices. Hasta que un día, por la cara, lo ponen a presentar el espejo público americano, de la parte de San Francisco. Eso provoca situaciones de gran risión, porque el menda es propenso a hacer el ridículo y yo creo que le dan el programa para hacerle todo tipo de judiadas y partirse el ojete a su costa. 



Al nota lo tenían pal cachondeo


Las niñas por su parte, se repartían el amplio abanico de problemas y gracietas juveniles, que van unidos al distinto rango de edades que cubrían. D.J. que era la mayor, era la que empezaba a hablarle a los muchachos, que era como se decía antes lo de dar motazos parriba y pabajo, y a esquivar los duros peligros y tentaciones de la vida, como el episodio en el que uno por el que ella bebía los vientos, le metía dos buches a una mahou con dos amigachos suyos, y cuando ella lo pillaba, le quitaba el tercio y le echaba la bronca, que es lo que pasa cuando te echas novia y quieres seguir la vida de crápula que llevabas antes. Pero el tío Jesse, que era el roquero, la veía a ella con la lata en la mano y dos y dos, le dieron cinco. Conque equivocadamente puso a la muchacha de Amy Winehouse parriba y la castigaron a galeras. Luego el galopín confesó que la muchacha había estado gallarda, y le pidieron disculpas en un momento muy emotivo que hizo que millones de americanos dejaran la bebida pa siempre. 

La segunda de las ninias era Stephanie, que era repipi como ella sola, y que por estar in the middle, tenía que aguantar el menosprecio de la mayor y la pujanza de la chica que monopolizaba las carantoñas y el candor. Stephanie tenía, quizás, la coletilla mas famosa, (y cansina), de la serie, de la que naturalmente los guionistas terminaron haciendo abuso, y que soltaba cuando alguien la contrariaba de alguna forma. "Qué grozero" así, con z, ya que la niña era de Coria del río y ceceaba más que un servidor, que no soy de Coria del río, pero ceceo, ceceo. Que un día en Lugo pa pedir diesel en una gasolinera, sudé la gota gorda. 

La mas chiquitilla era Michelle, que luego se hizo grande en la serie y hubo que buscar reemplazo, como suele ocurrir en los shows longevos, que siempre precisan un niño chico que se tire el plato de spaguettis a la cabeza o le haga judiadas al perro. Ella solía abrir cada episodio con una gracieta y luego se pasaba el mismo apareciendo y soltando mas gracietas. Su especialidad, como la de tantos nenitos, era hablar como si fuera una adulta, para que los papis dijeran eso de "es que es mas lista de lo normal, hasta la maestra lo dice". Esta monería de criatura estaba interpretada por dos hermanas gemelas, por el tema ese de que los niños de cierta edad no pueden trabajar muchas horas seguida, conque un rato trabaja Mary Kate y otro rato Ashley Olsen, quer era como se llamaban las gachises, que de chicas eran lindísimas, pero de mayores se hicieron golfantes e instagrammers y ya no las llaman tanto. Michelle tambien sufría los vatares de la vida, pues poco a poco iba abandonando la inocencia y descubriendo los sinsabores del mundo en el que vivimos, como cuando se le murió el pececillo, por un tema coronario o cuando en el colegio abrió la jaula de un loro bareta que tenían en la clase y el bicho, sabedor de que no se iba a ver en otra como esa, trinco la verea y no volvieron a verlo more. Eso conllevó el odio del resto de escolares hacia la porejita chiquilla que sufrió lo mismo que Pocholo Martinez Bordiú en un retiro espiritual. Una cosa mala. Pero tranquilos que al final lo arreglaron comprando otro pájaro. 

Yo creo que a la que se le escapó el pájaro fue a la de 
la izquierda, porque todavía le dura la cara de susto

Otro de los supuestos puntos cómicos de la serie era la relación de payaso listo payaso tonto que tenían el roquero y el cómico, mas conocidos como el tío Jesse y Joey. El primero insistía en tener una carrera musical con su grupo, los destripadores, pero la verdad es que tenía menos bolos que el que se disfraza de paje de los reyes magos, que trabaja una vez al año. Afortunadamente tenía casa y comida, y una mujer, (a la que tambien metió en la casa de Danny, cuando se casó), que trabajaba en el espejo público de San Francisco con su cuñao. Lo del cómico ya era más sangrante, pues su comicidad se basaba en una imitación de Popeye (basicamente hacer ca ca ca ca...) y otra del alce bullwinkle, para la que se ponía las manos abiertas a ambos lados de la chorla, tratando de asemejar la cornamenta del bicho. Repertorio que tambien se explotó hasta extremos que vulneraban los derechos humanos. Luego decía, cortad el rollo, haciendo como que cortaba el aire con unas tijeras invisibles, y poco más. De concursante de saque bola, pabajo.  

Como guinda del pastel, podemos añadir la intervención del clásico elemento cómico recurrente en este tipo de serie, en forma de amiga, (a veces vecino, como en el caso de Steve urkell), insoportable de la hija mayor, que en este caso era una especie de demente llamada Kimmy Gibbler, que ponía a prueba a todos y cada uno de los miembros de la familia que no eran D.J., pero que mostraba siempre, y en todo momento, una lealtad absolutas a los Tanner. 


 Kimmy intentando entender a los humanos.

Una serie que como ya he dicho antes, ha conocido renovación treinta años después, con D.J como madre, esta vez, de tres roros, ayudada por su hermana Stephanie y Kimmy Gibbler, que a su vez, aporta una hija y un ex marido tan estrambótico como ella, a la cada vez mas repleta casa...

Naturalmente Papa Tanner, el tío Jesse y el que imita a popeye, se pasan a menudo por allí, a decir hola, faltando solo a la fiesta, la pequeña Michelle, por el tema ese ya referido de que las Olsen, se volvieron golfantes y ya no se ajuntan con nadie. Hecho que les hizo merecedoras de un toquecito al inicio de la nueva etapa de la serie. 

Humor blanquísimo para toda la familia

Ay qué nostalgia más nostálgica

Hasta otra, amigachos. 

Bruno Faradio. 



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