Friday, August 16, 2019

¿Y EL PADRINO QUÉ OPINA? - De "Érase una vez en Hollywood" SIN SPOILERS

Si algo se ha venido diciendo desde que la novena película de Tarantino se estrenara en Cannes, y se seguirá repitiendo, seguro, es que es una carta de amor del cineasta a un Hollywood que ya no existe, que desapareció, que cambió... El Hollywood de su infancia. Y la verdad, no se me ocurre mejor forma de definirla.


Tarantino hace esta película porque simplemente le apetece contar una historia en ese escenario, con esa gente, de ese Hollywood, con esos especialistas, con esas estrellas en declive, otras estrellas en auge, esas producciones de medio pelo, esos spaguetti westerns, que tanto ama, esos directores de paciencia infinita que se empeñan en hacer arte con un mal guión, unos actores mediocres y cuatro duros, esas actrices jóvenes que dan sus primeros pasos, llenas de ilusión y de vida, y ese otro Hollywood donde no se hacen películas y la gente vive en cuchitriles y a la vuelta de la esquina te puedes encontrar al mismísimo diablo. Y si esos temas no te van, amigo, esta no es tu película, porque el bueno de Quentin, se toma su tiempo para contarte esas historias. Se recrea, de hecho, contándotelas. Porque el tío, sigue siendo uno de los mejores narradores del mundo, y ver a esos personajes que ha creado, hacer cosas, en principio tan monótonas, como ensayar un diálogo, y repetirlo luego en el rodaje, o incluso dar de comer a su perro, resulta una auténtica delicia.

"Érase una vez en Hollywood" toma, como podría haber tomado cualquier otra, la historia de dos miembros de ese antiguo Hollywood. Rick Dalton, una estrella en declive, que intenta encontrar un hueco en el nuevo tipo de cine que gente como Roman Polanski, (su vecino en el film), está haciendo. Y el especialista Cliff Booth, que fuera su doble para las escenas de riesgo, y que debido a una leyenda negra que arrastra, su carácter impulsivo, y el cada vez mas débil poder de su jefe para imponerle en sus rodajes, se ve obligado a hacer más de chófer y chico para todo, que de especialista. La amistad entre estos dos hombres, a prueba de bombas, es uno de los cimientos de la película, en un Hollywood donde la lealtad escasea.

A mí personalmente, es esto lo que más me gusta del film. Los dos maravillosos personajes que ha creado Tarantino, y la espectacular interpretación que de los mismos, hacen Leonardo Di Caprio, como Dalton, enorme en sus momentos de debilidad y en su entrega a la profesión que ama, y un Brad Pitt, en el mejor papel de su carrera, que en justicia, debería suponerle su primer óscar de interpretación, (siempre en mi opinión), como el especialista. Solo verlos en pantalla, juntos, (menuda química), o por separado, ya vale el precio de la entrada. Pero aunque eso sea lo que mas me gusta, no es lo único. El director/guionista, ha creado todo un mundo alrededor de ellos. Falsas películas de Dalton, apariciones en series, castings, rodajes que ponen a prueba su ánimo... Y por supuesto, Charles Manson y su "familia" revoloteando como una sombra muy, muy oscura, sobre sus cabezas.

Esta no es la mejor historia que ha contado Tarantino, porque para un servidor, Pulp Fiction es insuperable, mientras no se demuestre lo contrario. Pero aún así, esta es una buena historia, con unos personajes maravillosos, y magistralmente rodada, al la que no se le puede poner un pero. Salvo el hecho, que ya he señalado de la posible falta de interés que el tema del cine detrás de las cámaras, pueda despertar en algunos espectadores. Esto hace que, en mi opinión, sea la primera vez que el trabajo de Quentin como director, sea mejor que el que ha hecho como guionista. Y no porque el guión no sea bueno. Es que la dirección es extraordinaria.

Y a los que echen de menos algo más del Tarantino de siempre, tranquilos. Los últimos veinte minutos, de una genialidad absoluta, le compensarán con creces.

Yo estoy encantado.




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