Friday, October 25, 2019

¿Y el padrino qué opina? - De "Maléfica, maestra del mal"

Ya he comentado alguna vez, que lo único que hace que el invento este de Disney de volver a rodar en imagen real, sus éxitos animados, no sea un total y absoluto disparate, es la montaña de dinero que están ganando haciéndolo. Y eso sí que es indiscutible. Porque yo puedo dar mil quinientas razones por las que el remake del Rey león no es solo innecesario, sino que no aporta nada. Pero teniendo en cuenta el pastizal que Disney ha ganado con él, ¿quién les discute que merecía la pena hacerlo?

Otro tanto pasa con esas películas que no son exactamente remakes, como es el caso de "Maléfica" o de la futura cinta sobre "Cruella De Ville"m que se dedican a contar la historia de un personaje concreto, en este caso, villanos. O mejor dicho, villanas.

Este tipo de adaptaciones tienen un problema, de entrada, difícil de resolver. ¿Puede el villano ser el protagonista del film? Y si lo es, ¿le gustará al público una historia en la que ganen los malos, o en la que el protagonista pierda al final? La solución suele ser siempre la misma, (salvo en casos excepcionales, no exentos de polémicas, como "Joker"), y es hacer que el malo, no sea tan malo... Convirtiendo el producto, directamente en algo absurdo.

En la primera entrega de "Maléfica", esto ya chirriaba. Porque Maléfica era buena y a base de llevarse chascos, se volvió mala, malísima. Pero... Aparte del hecho de ponerle de nombre "Maléfica" a una criaturitam que no estaba destinada a ser una hija de puta... ¿es realmente maldad lo que mueve al personaje cuando monta las pajarracas que monta? ¿O es simple reacción a gente cabrona que no se merece menos? Lo mires por donde lo mires, cuesta trabajo creer que estás viendo al mismo personaje que se regodea en su crapulencia en "La bella durmiente". Y cuesta, porque no lo es. Y menos en esta secuela.

La cosa comieza mal, con una maléfica que se ve empujada a hacer vida social y conocer a los padres del futuro marido de su ahijada. Esto da lugar a un festival de chistes, en plam shreck, sobre la villana intentando sonreír y portarse bien, cuando en realidad lo que le pide el cuerpo es quemar vivos a todos los presentes. Una patochada  absolutamente innecesaria, para pasar a la parte dramática, en la que Maléfica es traicionada por el verdadero villano, o villana del film, y castigada cruelmente, para que, de nuevo, todos sus desmanes, sean motivados por el mal trato y la villanía de otros, y no su propia maldad.

¿Qué sentido tiene esto? ¿Por qué insistir en la supuesta maldad de Maléfica, si luego te pasas dos horas demostrando que no es mala, que no lo ha sido nunca, y que, después de dos películas, parace incomprensible, por qué alguna vez llegará a serlo? ¿No sería mejor llamar a esto "Ignomínia. La verdadera historia de "Maléfica"?

Yo tengo que decir que me cuesta mucho trabajo comprar esta historia, a pesar de que, por otra parte, es indiscutiblemente entretenida, y estéticamente, rica e imaginativa. Si pasamos por alto el horrible diseño de las que, supuestamente, sí son las verdaderas hadas madrinas de la chiquilla, y que aquí, en lugar de tres heroinas bondadosas, parecen tres familiares del pueblo de los que uno se averguenza en las bodas.

Así que si eres un niño, muy niño, o un adulto con pocas ganas de pensar y muchas de echar un rato distraído, esta no es una mala elección. Al menos para una tarde de lluvia de esas de mantita y palomitas. Porque lo que es aportar, no aporta nada más.

En esta entrega, Maléfica se atreve con nuevos 
modelitos, mas rompedores. ¿por qué no?

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