Una cosa que influye mucho en la primera impresión que uno se lleva de una película, son las expectativas que el espectador se pueda haber creado con respecto a la obra que se siente a ver. (Si alguno la quiere ver de pie, libre es). Si se crea expectativas altas, pensando que va a ver un peliculón maravilloso, es muy posible, que cualquier defecto o parte floja que pueda tener el film, le resulten imperdonables y culminen en decepción general. Crearse, por el contrario, pocas expectativas, (o incluso ninguna), conllevará el efecto opuesto, lógicamente, y cualquier pequeño acierto o atractivo que tenga la obra, le dejara a uno satisfecho y con la sensación de haber visto una buena película. Yo, para ambos casos, recomiendo un segundo visionado, si es que uno se haya en disposición de hacerlo, y con ganas, que ya es otro cantar.
A mí esta historia de orígenes, tan de moda hoy en día, y más que se va a poner, después del pelotazo del Joker de Todd Phillips, no me había despertado nada de interés, si he de seros sinceros. 101 dálmatas me parece de las películas más flojas, e incluso insulsas de Disney, y Cruella De Vil, siempre me ha parecido una villana de segunda, que no tenía sentido, más allá de esta absurda historia en la que monta una trama criminal para secuestrar y despellejar perritos. Pero como una de mis normas es no dar por sentado que lo bueno es bueno y lo malo es malo, decidí olvidarme de la peli de animación, y de la espantosa versión en carne y hueso, que por más que la quieran vender como creación genial de Glenn Close, es uno de sus peores trabajos, sobreactuado hasta el extremo y, una vez más, de absurda trama, soportable solo por audiencias muy infantiles. Y me puse a ver qué me ofrecía esta "Cruella"
De entrada, hay tres grandes aciertos en este film, que uno puede ver nada más comenzar el mismo. El primero, la gran elección de la actriz protagonista, Emma Stone, que lejos de sobreactuar y tratar al personaje como si fuera una caricatura, (hasta ahora lo era), y tomarlo como lo que es, una gran personalidad, de tremendo carisma, totalmente desequilibrada por severos traumas que la dejan a medio camino entre incombustible showwoman/diva, y una peligrosísima psicópata. En definitiva. Una bomba de relojería andante. En esto ayuda el segundo de los aciertos. Emma Thompson. Y es que en esta historia de inicios, Cruella tiene su propia Cruella, y su relación de amor/odio, será fundamental en la creación de la futura villana, además de dejar los mejores momentos de la película. Su guerra es la película. así de simple. El tercer acierto es el director. Craig Gillespie, que ya nos trajera la magnífica "Yo, Tonya" y que, a pesar de estar bajo la perceptible vigilancia de Disney, consigue dejar su sello en el ritmo, el montaje, y, lo mejor de todo, la banda sonora de la película, que huyendo de los golpes de violín, o del pasteleo, llena el film de pop rock clásico, dándole a ese gran escenario que es Londres, la banda sonora perfecta, y al superdotado sentido del espectáculo de la protagonista, las entradas que su talento merece.
Claro que hasta ahí llega lo bueno. Porque por más que lo hayan clavado con la protagonista, y su archienemiga, la historia es floja y previsible, y la relación con la pareja de ladrones que terminan, casi en contra de su voluntad, al servicio de Cruella, es triste hasta rozar el patetismo, lo que en una película más oscura hubiera funcionado a la perfección, pero en una producción controlada por Disney, que pega un bufonesco golpe de timón, cada vez que la trama entra en riesgo de ponerse demasiado seria, termina resultando innecesaria y torpemente cruel.
Una pena que no dejaran a Gillispie hacer esa Cruella, estilo Joker, que seguro que tenía en mente. (Si hasta suena el smile...)
Aún así, es una película muy disfrutable, de la que espero no ver ninguna secuela, pues no soportaría ver a un personaje tan bueno, secuestrando perros para hacerse un abrigo...
Por cierto... con el cuidado que ha tenido Disney en quitar todo lo oscuro y sórdido del film, y no se han dado cuenta de que al final, los padres de los dálmatas, Pongo y Perdita, si hacemos caso a lo que deja entrever esta versión... son hermanos.
Curioso.
No comments:
Post a Comment