Hola pichones
Elegí un mal día para cogerme una curda salmantina. Y es que tengo una resaca del karaoke de ayer que se estaba afeitando Tomaz esta mañana y me sonaba como si estuvieran serrando troncos, y encima el día en que juega Brasil, que llevan desde las seis de la mañana pasando batucadas por debajo de la ventana de la pensión Alí Kante. Le he pedido al de la pensión un ibuprofeno y me ha dado un Hello Kattil, que debe ser una marca blanca, porque yo no la he escuchado en mi vida.
Esta gente del karaoke es que no se corta a la hora del garrafón, y eso que aquí están forrados pero que si quieres cus cus, Catalina. El vodka, en ves de puerto de indias era Oasis de Arabias, la Ginebra Tankeray era Tank Jedi, y tenía a Obi Wan kenobi pintao en la etiqueta, y el Johnny Walker era el Mohammed driver, porque esta gente no va andando ni a comprar el Eurdoha sur al kiosko.
Una cosa mala.
El día empezó con un Serbia Camerún, fundamental para saber qué va a pasar en su grupo, pues los dos primeros, cada uno con tres puntos, Brasil y Suiza, se enfrentan entre ellos. Ganar era esencial para engancharse al carro. Pero, ¿a que no lo adivináis? Efectivamente.
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Camerún golpeó primero con gol de Castelletto, al que sus padres llamaron así por su afición a los castellers catalanes y al personaje de x men, magneto. Pero como era el único del barrio al que le gustaban los castillos humanos, los hacía él solo quedándose quieto una hora y media, todo tieso, como si tuviera encima a doce. Al final, el chaval se frustró porque la gente no le veía el mérito y decidió dedicarse al fútbol. Enseguida reaccionó Serbia con tres chícharos de la marca "Ahí los llevas" consiguiendo una ventaja de tres a uno que parecía definitiva. Pero entonces aparecieron Aboubakar, hijo del creador de una famosa aplicación para compartir coche, y Choupo Moting, que hizo la mili en la marina, y se chupó una rebelión a bordo en la que tiraron por la borda al capitán, a dos oficiales y a uno que no se había metido en nada pero al que le tenían las ganas. De ahí lo de Choupo Moting.
Empate a tres que no sirve demasiado a ninguno de los dos pues pase lo que pase entre Brasil y Suiza, seguirán los dos a la cola, obligados a ganar y esperar un rebote en la última jornada.
Para la hora del cocido, que aquí lo hacen con cactus y cabra vieja, llegó el Corea del sur Ghana. El cocido, por cierto, lo harían con cabra joven, pero esas corren más y se meten por los callejones estrechos. Una cosa mala.
Tremendo toma y daca entre ambas selecciones que sabían que por aquí pasaba el tren de la clasificación, y había que cogerlo en marcha. Empezó golpeando Ghana que se fue al descanso dos a cero con goles de Salisu y Kudus. Yo conozco a uno que se le salió su codo y le dolía lo mismo que a Marco que le preguntaran por la madre.
En el segundo tiempo los coreanos salieron como si en vez de del sur, fueran del norte. Al ataque total y a por todas, y consiguieron empatar con goles de GueSung, al que en su día le hiciera una canción Manolo García, Guesung Guesung, tu eres solo Guesung.
En las filas de Ghana pudimos ver a Iñaki williams, jugador del Athletic de Bilbao que inició una buena jugada que Kyereh no pudo culminar, lamentándose. Iñaki le dijo, "Qué Kyereh" Pero el que deshizo el empate fue el propio Kudus que en el 67, (el minuto, no el año. En el 67 no había nacido ni Kudus, ni ninguno de los que están jugando el mundial), marcó el definitivo 2 a 3.
Al final, a pesar de los catorce minutazos que añadió el conjunto arbitral, Corea no pudo empatar el encuentro y el colegiado británico, My Taylor is rich, pitó el final justo cuando se iba a sacar un corner, lo que el seleccionador de corea no vio bonito, pero es que la puntualidad británica, es la puntalidad británica. Preso de la ira, Bento, el míster de Corea, se fue al árbitro con intención de aplicarle el método ablandapulpos, y lo que se llevó fue una tarjeta roja que lo mandó a tomar Bento.
Una cosa mala.
Te echo las tripas en un canasto, ¿ein? Que tú no me conoces a mí.
A las cinco de la tarde, que es la hora de los toros, se enfrentó Suiza a su mihura particular, Brasil, que salía sin Neymar, pero como neymar que por bien no venga, tiene chavales buenos para suplirlo, como Vinicius Junior, sobrino del marido de Rocio Durcal, y Rodrigo de Trianha. Fue sin embargo el exmadridista Casemiro, el que conseguiría el único gol del encuentro y que, como suele ser habitual cuando hay solo un gol en un partido, resultó ser el de la victoria de Samotracia.
Los brasileños se mostraron un poco molestos con el árbitro al notar que el reloj que llevaba era suizo, lo que se podía interpretar como un regalo. Pero como no hubo nada raro en el arbitraje, la cosa no pasó a mayores. Suiza, como siempre, no quiso problemas y se mantuvo neutral en la disputa.
la jornada terminó con la Portugal de Cristiano Ronaldo, que cada vez es menos de Cristiano Ronaldo. Ley de vida. En la casa de cristiano, a partir de ahora va a pasar como con la película de Disney "Encanto", no se habla de Bruno, y es que el buen hombre se las prometía felices pensando que el primer tanto del encuentro iba a ser para él, y se lo dieron a Bruno Fernandez, que, encima, marcó de penalti y se pone como pichichi de los lusos. Pero para Ilusos, los que pensaban que Cris era el mismo Cris de las grandes tardes.
Poca batalla presentó Uruguay, de la que Tolkien tomó prestado el nombre para los uruk hai del señor de los anillos. Ayer ya dijeron a Valverde de que, de momento, queda aparcado el proyecto de hacer la segunda parte de Yo, el halcón.
Portugal está ya en octavos com buenas sensaciones, y yo, en su honor he ido al conocido restaurante portugués de Doha, donde cantan fados en directo, "E se nao, noich enfadamos". Buena comida si no fuera por lo angustiao que sale uno de escuchar tanto fado.
El restaurante va a medias con el psicólogo de la esquina.
Mañana más, pichones.
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