"Expediente Warren. The conjuring" Por fín una buena película de terror.

Si existe un género devaluado hoy día, ese es, sin lugar a dudas, el cine de terror. Considerado menor desde que el cine es cine, a pesar de los buenos resultados que suele dar en taquilla, solo algunas contadas excepciones han conseguido acaparar cierto prestigio. Y, probablemente por eso, este tipo de proyectos suelen terminar en manos de gente poco inspirada, que no cuentan con mejores ofertas y que afrontan estos con las mismas ganas de hacer la película que de taladrarse un pié. Así nos llegan los bodrios que nos llegan. Afortunadamente aún queda gente a la que le gusta, no ya su trabajo, lo que se le presupone a todos, sino el género en sí. Otra cosa es que esa gente, además, tenga talento.

El caso de James Wan es curioso. Su nombre está unido a títulos de gran éxito como "Saw" o "Insidious", que a mí personalmente no me convencen demasiado, pero que es obvio que no han pasado desapercibidos y que, desde luego, presagiaban que algo había en este director que merecía la pena. "The conjuring" es la prueba definitiva.

Cierto que los pocos detractores que tiene esta película, (realmente pocos), insisten en la poca originalidad de la historia y en los muchos elementos "robados" a otros títulos que pululan por la misma. ¿No es eso lo que hace Tarantino? ¿Tomar elementos e ideas de otras películas o cineastas y cocinarlos con su propio estilo? Claro que el bueno de Quentin, ademas, escribe diálogos como nadie... Pero no es ese el tema. La cosa es que Wan no ha intentado revolucionar el género con tonterías como poner una cámara de video en un dormitorio y tener al público una hora y media viendo caer sartenes y moverse sábanas. No, Wan ha querido hacer una clásica y genuina película de terror que de verdad dé miedo, y mucho. Y joder si esta lo da.

"The conjuring" es una historia de fantasmas de las de toda la vida, con personajes creibles que hacen cosas lógicas como dormir todos juntos cuando empiezan a pasar cosas y que se explican sin que se note descaradamente que le están dando al público, de palabra, una información que el guionista no es capaz de dar con la acción. Y en ella, por supuesto, hay cosas que ya habiamos visto antes. Muñecas diabólicas, excépticos que se tornan creyentes a palos, exorcismos acojonantes... pero todo muy bien rodado y ensamblado, de forma que el resultado final es un film espeluznante que te deja clavado en la butaca y que en lugar de ser original prefiere ser simplemente, buena. Una gozada para amantes del género.

            La tela que tiene la muñequita de los cojones...