"La gran familia española" Casi nada que salvar.

La cantidad de talento que hay al servicio de esta película es tan grande como el desperdicio que del mismo se hace en ella. Uno de nuestros mejores guionistas y directores, Daniel Sánchez Arévalo, autor de la maravillosa "Azul oscuro casi negro", firma este intento de comedia dramática que parece mezclar los estilos de Berlanga y Wes Anderson con el mismo resultado que daría mezclar chocolate con vinagre. A esto hay que unirle el desacertado acercamiento que el gran Antonio De La Torre, (inexplicablemente perdido) hace a su personaje, y el ejercicio de riesgo que supone el rol del hermano retrasado y que, a pesar del esfuerzo del talentoso Roberto Álamo, chirría casi todo el tiempo. (¿En serio alguien que se dedica a esto es incapaz de darse cuenta que lo de "no lo cuentes todavía, yo te aviso" no funciona?)

Pero los problemas de la película no terminan ahí. El patetismo y miseria de casi todos los personajes resultan tan desagradables que impiden que uno pueda querer,comprender y, mucho menos, identificarse con ellos. Y la idea de usar la final del mundial de sudáfrica como telón de fondo de la historia resulta completamente estéril y cada referencia al mismo parece metida con calzador. Puedo entender que alguien tenga demasiados problemas como para que le importe un bledo si España gana o no un mundial. Pero no puedo entender esas absurdas y nada creibles reacciones supuestamente entusiastas salpicadas a lo largo de la película. Como tampoco puedo entender por qué se desaprovechan de forma tan clara y lamentable las mejores bazas de comedia del guión, como el camarero que debiera haber aparecido más, o de forma más notable, o la bisabuela.

Naturalmente no todo está mal aquí. Arévalo es un gran director y consigue algún momento bueno. La química entre los actores jóvenes funciona bien y, aparte de algún instante, ya digo que aislado, de De  La Torre, hay que destacar la interpretación impecable de Quim Gutierrez que se aprovecha, eso sí, del personaje menos absurdo, sobrio y no forzado a la comedia, del film. Pero de lo demás, cuesta salvar algo, la verdad.

Una de esas películas que probablemente parecían una buena idea. Pero que solo lo parecían...