Para celebrar tan magno acontecimiento, (no todos las series pueden cumplir semejante aniversario, en activo), la BBC ha rodado un episodio especial que estrenó casi simultaneamente, en cines de todo el mundo. Aquí en España, Cinesa, que nos hizo el maravilloso regalo de estrenarla contra todo pronóstico, ya que España no entraba en el plan, y luego la cagó con una penosa organización, la proyectó a la una de la madrugada. Una pasada. Aún así, allí estábamos todos los whovians, que es como se nos conoce a los seguidores de la serie. Al fin y al cabo, era nuestra fiesta, y la mala gestión de cinesa, y el maltrato a sus clientes, quedaba en un segundo plano ante las muchas ganas que teníamos de asistir al evento.
La velada fue inolvidable. Reunirnos allí, conocidos, y desconocidos, unidos por una misma pasión, haciendo tiempo en los baretos del centro comercial de La Cañada, y hablando entre tapas y cervezas, de nuestra serie favorita, (con lo extraordinario que resulta eso teniendo en cuenta que no todos los días encontramos con quien hacerlo), y ver el desfile de frikis (ante los que pululaban por allí el sábado, yo soy un aficionado de pacotilla), con camisetas de la serie (hubo quien a falta de algo mas adecuado, se puso una del grupo The Who) y con algun que otro disfraz bastante logrado, fue impresionante. Y el interminable desfile de destornilladores sónicos ya en la sala era para poner los bellos de punta.
Y luego estuvo la película, claro...
Yo reconozco que había imaginado algo muy distinto. Tras ver como el grandísimo guionista Steven Moffat, autor de los guiones de "Jeckyll" (si no la habeis visto, corred insensatos), o "Sherlock", catapultaba la serie en las últimas temporadas a las mas altas cotas de calidad, y viendo como había ido preparando el hilo argumental para el climax que se desarrolla en este especial y que afronta uno de los temas más clásicos de la serie y uno de los momentos mas importantes de la historia de doctor who, yo pensaba que ibamos a ver un episodio de la ostia, contrachapado y encalao. Y lo que vimos, no es, ni de lejos, lo mejor que haya escrito Moffat... Pero porque no correspondía. Lo que correspondía es exactamente lo que vimos. Una fiesta, un homenaje, un canto apasionado de amor y pleitesia por un autor a la obra que le hizo querer ser escritor y que le ha permitido ser uno de los mejores. Un festival de guiños, homenajes, cameos, chistes privados y mucho, mucho humor, bien escrito, bien rodado, y enormemente disfrutado por todos y cada uno de los que tuvimos la suerte de compartir ese rato maravilloso. De quitarse el sombrero. Hubo sitio para todo el que ya no está con nosotros, y para todo el que sí lo está y quiso unirse a la fiesta. (espero que Christopher Eccleston, noveno doctor, se de cuenta algún día de lo estúpido que fue al no querer saber nada de esto).
Un magnífico episodio homenaje, que nos dejó un inolvidable mano a mano entre los dos últimos, (y mas queridos) doctores, David Tennat y Matt Smith, con un gran John Hurt como tercer mosquetero, que dejó vislumbrar casi de tapadillo al nuevo, y que, además de dejar momentazos para la historia, cerró el arco argumental que antes mencionaba, y dejaba abierto el camino futuro. Y encima, se permitió una imagen final con todos los doctores juntos. Impecable.
Todo lo que tiene que ser un especial aniversario. Y más.
Gracias, BBC, gracias a los actores y gracias a Steven Moffat. Una noche inolvidable.
¡Allons-y!!!!!!
¡Gerónimo!
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