"Agosto" ¿Coloco la cámara y me voy?

Uno de los mayores peligros de adaptar una obra teatral es terminar, precisamente, no adaptando, cosa que es aún mas fácil que ocurra si uno de los guionistas es el propio autor de la obra. Y si tienes un reparto tan fenomenal como el que tiene esta película, entonces ya es que te dan ganas de colocar la cámara y sentarte a ver qué pasa... Normal.

"Agosto" es una obra dura, bastante cruda, e incluso a ratos, desagradable, lo que no tiene por qué ser malo, aún cuando no es de mi gusto personal. Y aunque es verdad que la recorre durante todo el metraje, un fino y punzante sarcasmo, que algunos parecen confundir con humor, habida cuenta de que se ha estado vendiendo como comedia en ciertos foros, lo cierto es que al final uno no puede evitar un mal sabor de boca por la mucha miseria desplegada y el maltrato a las existencias de los personajes, que se ceba especialmente en quien menos lo merece. Repito que esto no tiene por qué ser malo, ya que algo bien contado, siempre es algo bien contado, por más que a mí, personalmente, no me apetezca que me lo cuenten.

El problema, ya digo, es que el director, John Wells, habitual de la pequeña pantalla, debió pensar que con semejante reparto y con un texto tan laureado, no hacía falta mucho mas, limitándose como ya he dicho antes a colocar la cámara y decir acción. Y el resultado es el único que podía ser. Un recital interpretativo apreciable, (tampoco es para volverse loco),  y la sensacion de estar sentado en un teatro en lugar de en un cine, confiando a la obra y a los actores la responsabilidad de llegar o no al público. Cosa que, lo siento, pero conmigo no logró.

Destacables me parecen las interpretaciones de Julia Roberts, que gana con inesperada facilidad la partida a una (a ratos), exagerada Meryl Streep, un estupendo Chris Cooper y el imparable Benedict Cumberbatch, que a estas alturas no deja ya duda de que es capaz de cualquier registro.

Una recomendación. Ver solo bajo un buen estado de ánimo.