Tuesday, March 4, 2014

"La gran estafa americana" - Para disfrutarla sin buscarle tres pies al gato

Yo siempre hago hincapié en lo decepcionante y frustrante que es ver cómo alguien que tiene la suerte de dedicarse al cine se muestra incapaz de poner el mismo entusiasmo en todos y cada uno de sus trabajos. Yo comprendo que no puede haber la misma motivación cuando trabajas con los Coen que cuando haces el motorista fantasma 2, pero es que a algunos se les nota tanto que solo están ahí por el dinero y que están deseando que termine todo para irse a su casa... Y esto es mas sangrante cuando piensas que ciertos proyectos podrían ser mucho mejores, o al menos no tan penosos, si tan solo los que están implicados en él le hubiesen puesto. Cuanto podrían aprender ciertas estrellitas de Hollywood de los grandes actores españoles que en los sesenta y setenta hacían una basura detrás de otra con un entusiasmo y profesionalidad envidiables.

"La gran estafa americana" es exactamente el ejemplo contrario. Todos y cada uno de los que intervienen en ella, están encantados de hacerlo. Normal, si tenemos en cuenta la lluvia de nominaciones que suelen acarrear los films de su director, David O´Rusell. Si pensamos que hasta cinco miembros del reparto han estado nominados al oscar por títulos anteriores suyos, y que dos de ellos lo ganaron, (Bale y Lawrence), se entiende que afronten este proyecto con todas las ganas e ilusión del mundo. El resultado se nota y mucho.

Lo mejor de esta película son precisamente ellos. Los actores. Unos perfectos, como siempre, Christian Bale y Amy Adams, echándose la película a sus espaldas. Un correcto, (su papel no da para más), Bradley Cooper. Una excelente Jennifer Lawrence (a mí esta chica me parece una actriz enorme), y un extraordinario Jeremy Renner, que curiosamente es el único que se ha quedado sin nominación este año. Tambien sale Robert De Niro haciendo... ¿de qué? Sí, de mafioso.

Verlos fabricar sus personajes, desarrolarlos, darles vida, jugar con ellos y disfrutar haciéndolo es una gozada, y ver cómo un cineasta dotado como O´Rusell saca partido de ello y juega a ser Scorsese, sin perder en ningún momento su identidad, es otra gozada. Cierto que la historia, al menos a mí, no termina de parecerme del todo atractiva. Uno ya ha visto muchas películas de timadores, con giros argumentales, montajes vertiginosos, (mejor rodadas incluso que esta, todo hay que decirlo), y los pelucones y moda de los setenta tampoco es que sean una novedad. Pero los personajes tienen tanta chicha y están tan bien presentados y desarrolados, que, si uno se sienta a verla sin prejuicios, y sin obsesionarse con si esto debería ser así, o si esto debería ser asá, terminará disfrutando de un bonito espectáculo fílmico, que con la bazofia que hay hoy en día en pantalla, es algo que no está, nada, pero que nada, mal.

¿Que si es una de las mejores películas del año? Hombre, mejor que 12 años de esclavitud, es.

No comments:

Post a Comment