Wednesday, March 19, 2014

Memorias de un hijo del levante. capítulo 9 "Primavera"

Mañana llega la primavera. Me he dao cuenta porque en el calendario que tengo en el salón, que me lo dio un chino que me encontré un día en la escalera, y que tiene un oso panda pintao, corriendo por la muralla china, (que digo yo que será china, porque lo mismo es la de Ávila, como eso no se sabe solo mirando la piedra), viene una flor pintá al lao del número 20 que es el día de mañana que es en el que llega la primavera. Y aunque al principio me creía que eso era de adorno, por el tema de que los chinos son muy de recargar mucho las cosas ornamentalmente, luego me enteré de que ese es el símbolo de que llega la primavera. Igual que en el día que empieza el verano ponen un sol, en el de otoño, una hoja, como diciendo, ir dejando los helados y empezar con la hojaldrina mata, en el invierno, un copo de nieve, en Halloween, un murciélago, en feria, uno vestío de corto comprando gomina, en semana santa, una tortillita de bacalao, y en el día de la hispanidad, una foto de Camacho con los sobacos sudaos.

Pues el caso es que mañana llega la primavera. Y eso no tendría mayor importancia si no fuera porque justo mañana me tienen que hacer un analísis de sangre y de pipises. Por el tema de que a mí me gusta controlarme no sea que me salga una bilirrubina o un pipijerbe enconao y no me de cuenta a tiempo y se rebire la cosa. No sé si me explico. Y claro, cuando a mí me dieron la cita, yo no me di cuenta de que era justo para el mismo día en que empieza la primavera. Porque si me doy cuenta le digo a la gachina que nones, que me diera pa otro día. Porque la primavera la sangre altera y me van a salir los análisis alteraos, y va a ser pa ná. Y encima que me tengo que ir sin tomarme el cola caos ni ná, y que tengo que hacer la cola que siempre me pone nervioso, porque la gente llega y me dice, "Qué número tiene, muchacho" y yo les digo, "el treinta" y ellos, "po yo tengo el treinta y uno" y yo "Pos mu bien" y ellos, "pos voy despues de usted" y yo "pues ya nos ha demostrado que sabe matemáticas, ahora cállese o le meto un cabezazo en los riñones" y como normalmente no se callan, al final se lo termino metiendo a alguno, y luego me pega uno que hay allí con una porra que es como si fuera policía pero en privado.

Total, que como no quiero hacerme el análisis para nada, me he ido esta mañana al ambulatorio y le he dicho a la que da las citas, "la primavera la sangre altera", porque yo creo que diciendo las cosas clarito, no hace falta dar mas explicaciones. Y me dice ella "ande yo caliente y riase la gente" y ahí me ha dejado muerto, porque, aunque yo no pongo pegas en que cada uno se procure la temperatura corporal que le venga en gana, no entiendo de ninguna de las maneras, que porras tenía eso que ver con lo que yo le había dicho. Pero como no quería liarla, volví a insistir en el tema. "Oiga" le dije, "Que la primavera la sangre altera" y va ella y me dice, "Y a quien madruga dios le ayuda" y como era obvio que había dado con una desequilibrada mental, le tiré los papeles que tenía en la mesa y me eché a correr al grito de "la primavera la sangre altera". Y la verdad es que no llegué mas que al filo de la escalera, porque el policía privado se me echó encima y me sacó de allí lo mismo que sacan en la aldea del Rocio a los que saltan la verja antes de tiempo.

La cosa estaba chunga del verbo, "vaya tela", con lo que o tomaba cartas en el asunto, o me quedaba descolacaoado para nada al día siguiente. Conque tomé la única decisión que se puede tomar en un caso de estos. Sacarme yo mismo la sangre hoy, y llevarla mañana ya sacada, antes de que entre la primavera y me la altere. Conque me he ido a la farmacia de Anselmo, que es una que está en la esquina del parque, y que el dueño se llama Isabel, y les pedí una jeringa con la que sacarme sangre. Y no te quiero decir cómo se me quedaron mirando. "¿Pero para sacarse sangre usted mismo, caballero?" y yo, "ya he dao con la sorda de la farmacia" Y ella que se mete padentro y sale el que se llama Isabel y me dice "Disculpe, caballero, "¿usted que es lo que quiere exactamente?" y yo, "si ya se lo he dicho a la sorda. Una jeringa pa sacarme sangre en mi casa" "¿Pero eso es por indicación médica?" me dice Isabel, y yo, "Eso es porque la primavera la sangre altera" y él, "¿Qué?" y yo, "Otro sordo", "¿Perdone?" y yo, "Yo le perdono, pero que venga alguien que escuche porque necesito la jeringa antes de que entre la primavera y me altere la sangre porque mañana me tengo que hacer la analítica y no me da la gana quedarme sin cola cao pa ná" y entonces me dicen el Isabel y la otra gachí, las dos a la vez, "¡Qué!" y ahí ya no pude mas y les tiré al suelo un estante que tenían de juanolas y salí corriendo.

Pero yo no me rindo conque ahora voy a comer, y luego, te digo yo que con una aguja que tengo de coser, y mucha paciencia, lleno yo un botellín de cruzcampo de sangre y el otro de pipises.

Con los muerto la primavera.


Mira, mira la sangre to alterá, ompare!!!!

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