Saturday, October 12, 2019

¿Y EL PADRINO QUÉ OPINA? - De "JOKER"

Es curioso el empeño que se ha puesto, no tanto por parte del equipo de producción de esta película, como de sus defensores, público y crítica, en dejar claro, que esta es una versión muy libre de la historia del más famoso villano de Batman, y que nada tiene que ver con anteriores o incluso posteriores entregas, del caballero oscuro. Haciendo especial hincapié, en que hay que verla como una historia independiente al "universo Batman". Y esto es verdad, en mi opinión, solo a medias.

Cierto es que es una versión libre del origen del personaje. Pero igual de libre que cualquier otra, ya que el Joker se caracteriza, precisamente, por no tener un origen clásico y definido, como sí lo tiene Batman. Bruce Wayne, siendo un niño, ve como sus padres son asesinados a la puerta del teatro o cine. Este último detalle, así como la identidad del asesino, puede variar. Pero poco más. Con el Joker no pasa eso. Siempre ha habido bastante libertad a la hora de contar su origen, y ya Alan Moore en "La broma asesina" lo convirtió en un comediante fracasado que termina perdiendo la cordura.

Cierto es, también, que no hay conexión entre esta versión y las anteriores. Por decirlo de alguna forma, hablamos de universos distintos. Pero es que eso también es habitual en el mundo del cómic, donde un personaje puede incluso morir, y empezar de cero, con una versión diferente. Igual que el Batman de Tim Burton nada tiene que ver con el de Nolan.

Otra cosa es el intento de separar completamente al personaje del "universo Batman". Si esta película funciona, a los niveles que lo hace, es precisamente porque existe Batman, (o en este caso, va a existir), porque todos sabemos quién es Thomas Wayne, no tanto por el papel que ejerce en la película, sino por lo que su paso por la historia, va a significar en un futuro. Y sobre todo, todos sabemos en qué se va a convertir, mas tarde o mas temprano, el protagonista de esta historia, Arthur Fleck. Y por eso da tanto miedo, por eso inquieta tanto. Y todos sabemos lo que esa ciudad, (una, intencionadamente, mal disimulada Nueva York), es y significa. Gotham, cuyo nivel de delincuencia y corrupción, sirven de excusa para la existencia de Batman. Y siendo así, ¿Por qué no también para la de Joker?


Arthur Fleck, un enfermo mental, excesivamente maltratado por la vida y por una sociedad cruel, que lejos de ayudar al caído, lo aísla, lo machaca, se burla de él, se convierte, una vez que la deficiente administración lo deja sin su medicación, en una bomba dejada en una esquina de la ciudad, que puede estallar en cualquier momento. Cosa que todos sabemos que va a ocurrir, y por eso aceptamos la grandilocuencia narrativa usada para retratar ese descenso a la locura absoluta, esa transformación en el mítico villano. Un proceso magistralmente narrado, gracias a un guión, que acierta en todos sus trampantojos, que parecen conducirte a escenarios mas vulgares y trillados, para darle, finalmente. otra vuelta de tuerca a la historia, una dirección modélica, y un espectacular, antológico, inmenso y maravilloso trabajo de Joaquín Phoenix que con óscar o sin óscar, quedará como ejemplo de genialidad interpretativa, por los siglos de los siglos.


Por poner un pero... No me gusta la canción elegida para la escena de la escalera. Es el único momento en que me salgo de la película. Por lo demás, obra maestra.
 
La sonrisa es pintá...

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