Thursday, June 24, 2021

Eurocopeando con Curro Slalom - Día 10 - Italia confirma su candidatura al título

 Muy buenas pichones, 

Hoy hemos vivido una jornada tranquila, gracias a que solo se han jugado dos partidos, el Italia Gales, que se jugó en el olímpico de Roma, y el Suiza Turquía en Azerbayán. Como se jugaban a la misma hora, el padrino me ha permitido quedarme en la capital italiana y ver el Suiza Turquía, desde la tablet. Desde la tablet que tenía uno que se había sentado al lado mía porque el presupuesto de esta web es más bien limitadito. Y ya nos lo gastamos casi todo en la maqueta del Falcon, prácticamente mimética, que hemos dejao en Moncloa, cuando nos trajimos prestado el de verdad. Esperemos que no haya ningún festival de música al que se quiera escapar Pedrito, porque como se intente montar en el Falcon, igual lo nota.  




El caso es que la tarde arrancó con la victoria de Italia sobre Gales, que deja claro así que no ha venido a la Eurocopa de paseo, ni mucho menos.  El gol de Italia fue de Mateo Pessina, que protagonizó un curioso duelo de orejas con Bale. Si se ponen estos dos a negar con la cabeza enérgicamente, dejan el campo sin cesped. 


  Ha salido el orejoooooooooon


El seleccionador italiano, Roberto Mancini, que es nieto del que hizo la música de la pantera rosa, ha igualado el récord de 30 partidos como seleccionador sin perder, que hasta ahora tenía el inventor del embutido en lata, Vittorio Pozzo, que tras ochenta y dos años creyendo que su récord no sería batido, ha visto si gozzo en un pozzo. 


El segundo partido del día fue el Suiza Turquía, en el que a los turcos a los que, por una vez, le dieron pal pelo, con un contundente tres a uno. Los goles suizos fueron de Seferovic, hijo de los dueños del equivalente suizo a la cadena de tiendas Sephora, y dos de Shaquiri, al que sus padres bautizaron así en honor a su cantante favorita, Betty Missiego. Para intentar dar algo de guerra a los suizos, que ya se sabe que no son amantes de los conflictos, decidió el mister turco, usar, en vez de un jugador de élite, uno del barrio más chungo de Estambul, el de los tres mil baños turcos, conocido como el Khavecci, o cabeza, en turco otomano, que logró llevar algo de inquietud a los suizos, con un golazo, desde lejos, por la costumbre de golpear y salir huyendo del muchacho. Aunque la cosa quedó solo en un susto, y el encuentro terminó, como dicho, con la victoria por tres a uno de los queseros. 



Cuidao con traer a este a Sevilla


Mañana más, pichones míos. 

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